El filme contó con un presupuesto de 5 millones de euros y pasó por festivales como Sitges

Los licántropos regresan a Galicia con 'Los lobos de Arga'

Fotografía del rodaje de la película 'Los lobos de Arga'.  (Foto: ARCHIVO)
La licantropía prolifera en la Galicia rural de 'Los lobos de Arga', una comedia de terror dirigida por Juan Martínez Moreno que, protagonizada por Gorka Otxoa, Secun de la Rosa y Carlos Areces, mezcla las leyendas de la España negra con el espíritu artesanal de los clásicos de la Universal de los años 30. Cansado de que se buscaran los orígenes psicoanalíticos de los hombres lobo o de que los vampiros se conviertan en héroes neorrománticos, Martínez Moreno decidió escribir 'Los lobos de arga' para honrar a sus iconos del terror.
'Perdieron su razón de ser, que era acojonar al público. Ahora se enamoran... parece todo como de Barbara Cartland', explicó el director en la presentación del filme. Con el fenómeno de 'Crepúsculo' y los vampiros en auge, el director prefirió centrarse en los hombre lobo, que según el productor del filme, Tomás Cimadevilla, 'es más nuestro, más de pelo en pecho, más cañí'. El costumbrismo de la Galicia rural se mezcla con las claves universales del género en la historia de Tomás Mariño.

Sin embargo, a la hostilidad clásica de los pueblos aislados, pronto se suma la magia negra, un verdadero ejército de hombres lobo y, llegado el momento, hasta la Guardia Civil. Ese humor local se mezcla con los referentes del director, que son las películas de James Whale, Tod Browning y Jacques Tourneur, maestros del terror en blanco y negro, y algo de espíritu 'ochentero' de Joe Dante. 'La verdad es que escribí el guión y jamás pensé que encontraría a un loco que lo produjera', bromeó Martínez Moreno.

'Los lobos de Arga' pasaron por festivales de género, como Sitges o la Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián y, aunque tuvieron un amplio presupuesto de 5 millones de euros, optó por no emplear efectos digitales, sino volver a las máscaras y al maquillaje que daban ese encanto añejo al cine clásico.'Fue una cuestión artística, porque con 30 o 35 maquilladores también se gasta dinero. Así es más impresionante'.

Te puede interesar