Fin al idilio entre el técnico Paco García y el público, que exigió su marcha después del bajo rendimiento del equipo contra el Axarquía malagueño

La afición pidió el divorcio

Si el público decidiese, Paco García no habría terminado el partido contra el Axarquía. Su equipo causó una pésima imagen y los 3.000 sufridos espectadores exigieron durante toda la segunda parte el cese del técnico y multas varias a diversos jugadores.
Tal fue el clima reinante, que parte de la afición no dudó en corear los pases del Axarquía y aplaudir sus canastas, paradoja poco habitual para los jóvenes filiales del equipo de la ACB, también extraña para los propios jugadores locales.

En el deporte, ya saben, dictan los resultados. Poco importó el regreso de las animadoras, en menor número y con un acompañante masculino. Alguno le animó a salir con la camiseta del COB.

Lo mejor de una aciaga tarde fue el momento de reconocimiento a Rubén Vila por una trayectoria de varias temporadas y más de 130 partidos de servicio al club, entregándole el presidente del Sousas COB Jorge Bermello un recuerdo antes del comienzo del encuentro.

Otro esperado fue el sorteo de una cámara de fotos y un reproductor mp5 para todos los poseedores de una rifa de la asociación humanitaria 'Colores de Camerún', cuyo objetivo consiste en proporcionar una cocina digna para una escuela de niños del país africano. Noble causa, de las que tanto gustan en el club. Los aficionados también desean un partido digno de su equipo en la próxima ocasión.

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