Mal asunto pelear a ciegas por muy inestable que sea el púgil de enfrente. Peor aún querer ganar por k.o. cuando en todos los combates anteriores los triunfos llegaron siempre a los puntos. El Aguas de Sousas pagó carísimo el exceso de presión. Quiso celebrar la permanencia antes de conseguirla y se olvidó de su mejor virtud, la tenacidad. No supo sufrir cuando sólo con eso le hubiera bastado ante un rival inspirado, voluntarioso, bien adoctrinado y acertado pero asequible, muy asequible.
El COB de anoche, en una de sus peores versiones, se estrelló contra sus propios males. Salió a la pista con las pistola en la sien y una venda en los ojos. Se olvidó de que defendiendo al límite, jugando ordenado y esperando su momento llega al objetivo, competir. Quiso ganar a un rival inconsciente con poco sentido común. Puso como arma la garra cuando se enfrentaba a un equipo sobrado de energía e intensidad. Al Axarquía le bastó con un buen inicio para descabezar a un COB anárquico. El filial del Unicaja jugó 10 de sus mejores minutos de la temporada en el primer cuarto. Destrozó el aro desde el perímetro y dominó las dos zonas con un Sinanovic imperial. 15 puntos de botín. Suficiente para poner ya al borde del precipicio a un COB ya de por si predispuesto al suicidio.
De ahí al final fue coser y cantar para los visitantes. Los de Paco García quisieron remontar en cada minuto sin pensar en el siguiente. Se estrelló una y otra vez contra un muro insuperable. Pasaron los minutos y se mantuvo la renta, oscilando siempre entre los 12 y los 18 puntos. El COB pasó de la impaciencia a la impotencia.
A la desesperada
Con todo perdido apareció la mejor versión del COB. Pobre y limitada pero mejor que la vista hasta entonces. A la desesperada entraron los tiros, al rival le entró el miedo y el Pazo hizo acto de presencia. Se creyó en la remontada. 7 puntos abajo y cuatro minutos por jugar.
La remontada no pasó de ahí, hubiera sido injusto. Orgásmico pero injusto en un partido que cayó del lado correcto y que condena al COB a seguir sufriendo para luchar por la permanencia.
El detalle
Quedan dos jornadas para el final y el Aguas de Sousas de complica la vida. La próxima semana los ourensanos estarían salvados aún perdiendo en Menorca si pierden Tarragona y Axarquía, porque en el triple empate saldrían perjudicados los catalanes. También le valdría que el Palencia perdiese los dos partidos que le quedan por disputar pero todo hace pensar que a los de Paco García les hará falta ganar un partido más para evitar un temible y agobiante play off de permanencia.
De ahí al final fue coser y cantar para los visitantes. Los de Paco García quisieron remontar en cada minuto sin pensar en el siguiente. Se estrelló una y otra vez contra un muro insuperable. Pasaron los minutos y se mantuvo la renta, oscilando siempre entre los 12 y los 18 puntos. El COB pasó de la impaciencia a la impotencia.
A la desesperada
Con todo perdido apareció la mejor versión del COB. Pobre y limitada pero mejor que la vista hasta entonces. A la desesperada entraron los tiros, al rival le entró el miedo y el Pazo hizo acto de presencia. Se creyó en la remontada. 7 puntos abajo y cuatro minutos por jugar.
La remontada no pasó de ahí, hubiera sido injusto. Orgásmico pero injusto en un partido que cayó del lado correcto y que condena al COB a seguir sufriendo para luchar por la permanencia.
El detalle
Quedan dos jornadas para el final y el Aguas de Sousas de complica la vida. La próxima semana los ourensanos estarían salvados aún perdiendo en Menorca si pierden Tarragona y Axarquía, porque en el triple empate saldrían perjudicados los catalanes. También le valdría que el Palencia perdiese los dos partidos que le quedan por disputar pero todo hace pensar que a los de Paco García les hará falta ganar un partido más para evitar un temible y agobiante play off de permanencia.