El Aguas de Sousas dejó escapar la posibilidad de certificar la permanencia y se complica la vida después de caer con justicia ante el Axarquía

Con el agua al cuello

El capitán, Sony Vázquez, anota una canasta después de superar al alero del Axarquía Miguel Servera.
Mal asunto pelear a ciegas por muy inestable que sea el púgil de enfrente. Peor aún querer ganar por k.o. cuando en todos los combates anteriores los triunfos llegaron siempre a los puntos. El Aguas de Sousas pagó carísimo el exceso de presión. Quiso celebrar la permanencia antes de conseguirla y se olvidó de su mejor virtud, la tenacidad. No supo sufrir cuando sólo con eso le hubiera bastado ante un rival inspirado, voluntarioso, bien adoctrinado y acertado pero asequible, muy asequible.
El COB de anoche, en una de sus peores versiones, se estrelló contra sus propios males. Salió a la pista con las pistola en la sien y una venda en los ojos. Se olvidó de que defendiendo al límite, jugando ordenado y esperando su momento llega al objetivo, competir. Quiso ganar a un rival inconsciente con poco sentido común. Puso como arma la garra cuando se enfrentaba a un equipo sobrado de energía e intensidad. Al Axarquía le bastó con un buen inicio para descabezar a un COB anárquico. El filial del Unicaja jugó 10 de sus mejores minutos de la temporada en el primer cuarto. Destrozó el aro desde el perímetro y dominó las dos zonas con un Sinanovic imperial. 15 puntos de botín. Suficiente para poner ya al borde del precipicio a un COB ya de por si predispuesto al suicidio.
De ahí al final fue coser y cantar para los visitantes. Los de Paco García quisieron remontar en cada minuto sin pensar en el siguiente. Se estrelló una y otra vez contra un muro insuperable. Pasaron los minutos y se mantuvo la renta, oscilando siempre entre los 12 y los 18 puntos. El COB pasó de la impaciencia a la impotencia.

A la desesperada

Con todo perdido apareció la mejor versión del COB. Pobre y limitada pero mejor que la vista hasta entonces. A la desesperada entraron los tiros, al rival le entró el miedo y el Pazo hizo acto de presencia. Se creyó en la remontada. 7 puntos abajo y cuatro minutos por jugar.
La remontada no pasó de ahí, hubiera sido injusto. Orgásmico pero injusto en un partido que cayó del lado correcto y que condena al COB a seguir sufriendo para luchar por la permanencia.

El detalle

Quedan dos jornadas para el final y el Aguas de Sousas de complica la vida. La próxima semana los ourensanos estarían salvados aún perdiendo en Menorca si pierden Tarragona y Axarquía, porque en el triple empate saldrían perjudicados los catalanes. También le valdría que el Palencia perdiese los dos partidos que le quedan por disputar pero todo hace pensar que a los de Paco García les hará falta ganar un partido más para evitar un temible y agobiante play off de permanencia.

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