El 2016 se cerró dejando al Campus y al Keltia en superior categoría y sendas primeras vueltas donde demostraron saber tener el nivel suficiente
El rugby ourensano no puede tener queja del año 2016. Sus dos representantes cumplieron (y están cumpliendo) con los objetivos marcados. Incluso, rindiendo por encima de lo esperado. El Campus Ourense Coosur logró el ansiado ascenso a la División de Honor B. Lo hizo tras una temporada regular brillante, una clasificación para la fase de ascenso holgada y unos partidos decisivos donde dominó con mano de hierro.
La escuadra dirigida por David Monreal supo sacar provecho de su potencial para terminar como campeón de la Primera Gallega. Muchos de sus partidos se resolvieron con gran facilidad y solo Ferrol, la única ciudad que vio perder a los ourensanos, le discutió el liderato. Pero el poder del XV rosa se dejó notar en la final por el título delante de su afición.
Luego llegó la fase de ascenso. Paso firme ante el Gaztedi para llegar a los dos duelos decisivos ante el Bilbao. La ida en casa y ahí ya quedó todo visto para sentencia. Los ourensanos ganaron con claridad en las instalaciones del campus (31 a 3) y en tierras vascas solo certificaron su ascenso a la segunda categoría del rugby nacional. Alegría del equipo y de su gente, que no les dejó, todo lo contrario, en su viaje a la División de Honor B.
El salto de nivel exigió mantener el bloque y aumentar el potencial con fichajes como Tui Katoa y Sefo, llegados de Nueva Zelanda. Y la nota que se le puede poner al Campus tras la primera vuelta y el inicio de la segunda es un notable. Ocupan el sexto lugar en la tabla con un balance de equilibrado de seis victorias y otras tantas derrotas. Destaca su fortaleza en casa, donde solo perdieron un duelo, ante el segundo y en el último suspiro. Para el 2017 intentarán aprobar la asignatura que les queda pendiente: sumar un triunfo lejos de tierras ourensanas.
El Keltia no acusa el salto
Una línea paralela, un peldaño más abajo, lleva el Keltia. Los hombres dirigidos por Ernesto Barboza consiguieron ascender al lugar en el que debían estar, la Primera Gallega. Después de terminar invicto la fase regular de la Segunda Autonómica, dio el penúltimo paso hacia el ascenso tras deshacerse con autoridad del Santiago Rugby Club (52-15), en las semifinales del playoff. Solo les quedaba un paso más. En el camino se cruzó el Fendetestas de As Pontes. 80 minutos separaban a los ourensanos de un ascenso.
Con tres golpes de castigo transformados, el Keltia se fue al descanso 9-0, y con otro posterior se ponía 12-0. Un ensayo metía a los ponteses en el partido, 12-5, pero un quinto golpe de castigo transformado por los ourensanos situó el 15-5 definitivo dando un merecido ascenso a un Keltia que completó el pleno de 12 triunfos en 12 partidos.
Con esas cifras y varios refuerzos, los hombres de Barboza están dando la cara en la Primera Gallega. Arrancaron perdiendo por la mínima ante el 'coco' de la competición, el Rugby Ferrol, y sumando un empate. Después cuatro victorias consecutivas que les auparon a la segunda posición y les deja con todas las expectativas de cara al inicio de la segunda vuelta.
El rugby ourensano goza de muy buena salud y el 2016 fue el mejor ejemplo. Dos ascensos que no fueron casualidad y dos trayectorias solventes en lo que va de competición para demostrar que no quieren que sea flor de un día. El 2017 brindará la respuesta.
