Las selecciones de España y Lituania reeditan en el Pazo el partido del verano pasado. Los dos combinados son favoritos a luchar por las medallas en las Olimpiadas de Pekín

Bendito ‘déjá vu’

La diversión está garantizada esta tarde en el Pazo con la presencia de algunos de los mejores jugadores del mundo.  (Foto:   José Paz/Miguel Ángel )
Ni los de Aíto García Reneses ni los de Ramunas Batautas conocen todavía la derrota en la fase de preparación aunque los rivales que ha tenido España han sido notablemente superiores a los de los lituanos. El Pazo Paco Paz registrará un lleno absoluto con hasta 6.000 personas en las gradas.
Se acabó la espera. A las ocho de la tarde el Pazo volverá a vibrar con el mejor baloncesto que a día se puede ver. Sin duda un plato apetecible para cualquiera. Un partido de altísimo nivel para los aficionados a este deporte y una cita social inexcusable en una ciudad por desgracia poco acostumbrada a este tipo de eventos.

Provablemente el Pazo experimentará un ‘déjá vú’ lúcido y comprensible. Recordará sensaciones y vivencias de hace sólo unos meses. Pero en esta ocasión, afortunadamente, el efecto de tristeza por ver cómo se termina algo tan complicado de volver a presenciar no tendrá cabida. Mañana, para los más aficionados, y el sábado para los afortunados que tengan entrada se repetirá la función. Variando un poco los protagonistas pero con la misma exagerada calidad que sólo se puede garantizar cuando quienes actúan son los mejores.

Hoy le toca a Lituania. La medalla de bronce del pasado Europeo y una selección con enorme prestigio y tradición. Plagada de talento y sobrada de presencia física. Liderada por Jasikevicius y aspirante a todo. Kleiza, Songaila o Darius Lavrinovic garantizan la solidez. Kaukenas, Jasaitis, Javtokas o Kristof Lavrinovic permiten mantener el nivel y competir así con las mejores.

Y enfrente España. Poco o nada que decir que no se sepa ya. Japón, oro, Mundial o Gasol son palabras que por sí solas justifican el pago de la entrada y hacen comprensible el reclamo social que genera el equipo.

En el año uno tras Pepu pero quizás en el último de este equipo con los nombres que cualquier aficionado se conoce de carrerilla. Quizás sea una de las últimas citas con Gasol, Garbajosa o Jiménez en el mismo equipo. Pero eso es otra historia.

Hoy Ourense vuelve a estar de enhorabuena. El mejor baloncesto del mundo hace de nuevo parada y fonda en el Pazo. Un día para recordar.

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