El piloto catalán Marc Blázquez, campeón del mundo en rallies de tierra y actualmente coche cero del Nacional de rallies de asfalto, ofreció una conferencia en el Foro La Región en la que dio algunas pinceladas sobre la vida de un deportista y las claves que llevan a alguien que como él ha nacido en una aldea de Cataluña de 350 habitantes a convertirse en uno de los pilotos de referencia del panorama nacional, además de vivir la experiencia de disputar dos Dakar. Aunque el momento importante se vivió cuando el piloto compartió vehículo con algunos asistentes.
Marc Blázquez, piloto catalán campeón del mundo de rallies de tierra, algo de lo que sólo pueden presumir Fernando Alonso en su especialidad y Carlos Sainz en la suya, como le presentó Julio Bouzo, vicepresidente de Escudería Ourense, ofreció ayer una conferencia en Foro La Región en torno a El automovilismo de competición, en la que hizo hincapié en que si uno quiere ser piloto profesional debe tener claro que hay que luchar y mucho por ello. Blázquez recordó que había nacido en una aldea de Cataluña de 350 habitantes, por la que casualmente pasaban dos tramos del Rally Costa Brava. Ahí nació mi afición, pero hubiera sido difícil desarrollarla sin el apoyo de amigos y familiares.
Otros dos aspectos le parecen importantes a Blázquez a la hora de dar a conocer lo que es la vida de un piloto. Yo cuando empecé con 21 años como piloto oficial de Nissan tuve que elegir si seguir en los rallies y dejar los estudios o terminar mi carrera de mecánico. En la vida hay que elegir siempre y ahora con 32 años soy piloto profesional, pero tengo claro que para hacer otra cosa tendría que empezar de cero, por ejemplo con los estudios.
Y un segundo apunte: La gente desde fuera ve a los pilotos en las carreras, disfrutando de los tramos o del podio, pero por otro lado, yo, por ejemplo, a mi familia la veo desde la webcam prácticamente. Mi mujer me acaba de decir que mi hijo ya anda en bici, y son momentos que no compartes, aunque también es verdad que compartes otros.
El sacrificio y la necesidad de elegir son esenciales, según señala Marc Blázquez para haber podido disputar pruebas, como es mi caso, en equipos punteros, aunque lo que más agradeces es haber conocido a tanta gente maravillosa en este mundillo de los rallies y de las pruebas automovilísticas.
Es como subirte en el Dragon Kan en la feria
Después de la exposición de Marc Blázquez, el piloto catalán ofreció a los asistentes todo un premio, llevando a cabo diversas evoluciones a ritmo de rally por la explanada de Expourense con copilotos improvisados -los tres ganadores del concurso de La Región más otros siete elegidos en la misma sala de la conferencia por sorteo-. Marcos Ferreño, de 27 años, fue el primero en tomar el asiento de copiloto y después de varias vueltas al circuito volvía a la grada con evidentes muestras de cierto mareo. Se ve que el piloto es bueno y el coche es grande, aunque él -Blázquez- lo maneja muy bien. En las curvas se iba uno para los lados. Al final reconocía que sale uno un poco mareado. Emilio Sobrado Pinto, de 15 años, sólo podía decir: Tira bastante bien, sobre todo en la arrancada. Belén Enríquez Domínguez, de 34 años, afirmaba que había sido una experiencia irrepetible, porque no creo que la vaya a repetir más. Fue un regalo que me quiso hacer mi marido pero traigo los nervios a flor de piel, y eso que él tiene muy buenas manos y el coche da mucha tranquilidad y mucha seguridad, pero ya está. Es como una atracción de feria, como el Dragon Kan. Fueron tres de los 10 copilotos improvisados que gozaron de un paseo a ritmo de rally.
Otros dos aspectos le parecen importantes a Blázquez a la hora de dar a conocer lo que es la vida de un piloto. Yo cuando empecé con 21 años como piloto oficial de Nissan tuve que elegir si seguir en los rallies y dejar los estudios o terminar mi carrera de mecánico. En la vida hay que elegir siempre y ahora con 32 años soy piloto profesional, pero tengo claro que para hacer otra cosa tendría que empezar de cero, por ejemplo con los estudios.
Y un segundo apunte: La gente desde fuera ve a los pilotos en las carreras, disfrutando de los tramos o del podio, pero por otro lado, yo, por ejemplo, a mi familia la veo desde la webcam prácticamente. Mi mujer me acaba de decir que mi hijo ya anda en bici, y son momentos que no compartes, aunque también es verdad que compartes otros.
El sacrificio y la necesidad de elegir son esenciales, según señala Marc Blázquez para haber podido disputar pruebas, como es mi caso, en equipos punteros, aunque lo que más agradeces es haber conocido a tanta gente maravillosa en este mundillo de los rallies y de las pruebas automovilísticas.
Es como subirte en el Dragon Kan en la feria
Después de la exposición de Marc Blázquez, el piloto catalán ofreció a los asistentes todo un premio, llevando a cabo diversas evoluciones a ritmo de rally por la explanada de Expourense con copilotos improvisados -los tres ganadores del concurso de La Región más otros siete elegidos en la misma sala de la conferencia por sorteo-. Marcos Ferreño, de 27 años, fue el primero en tomar el asiento de copiloto y después de varias vueltas al circuito volvía a la grada con evidentes muestras de cierto mareo. Se ve que el piloto es bueno y el coche es grande, aunque él -Blázquez- lo maneja muy bien. En las curvas se iba uno para los lados. Al final reconocía que sale uno un poco mareado. Emilio Sobrado Pinto, de 15 años, sólo podía decir: Tira bastante bien, sobre todo en la arrancada. Belén Enríquez Domínguez, de 34 años, afirmaba que había sido una experiencia irrepetible, porque no creo que la vaya a repetir más. Fue un regalo que me quiso hacer mi marido pero traigo los nervios a flor de piel, y eso que él tiene muy buenas manos y el coche da mucha tranquilidad y mucha seguridad, pero ya está. Es como una atracción de feria, como el Dragon Kan. Fueron tres de los 10 copilotos improvisados que gozaron de un paseo a ritmo de rally.
