La victoria del Navarra y la derrota en Lugo dejan al COB con escaso margen de maniobra en la pelea por la permanencia
El COB tiene de nuevo la permanencia como objetivo. Pelea por evitar un nuevo descenso pero además esta temporada con un entrenador que también descendió la pasada temporada.
Gonzalo García de Vitoria y la directiva que encabeza Antonio Gavilanes se marcaron desde el inicio de temporada una meta a largo plazo. Poner las bases la presente campaña y construir desde ahí para por fin consolidar un proyecto que se pudiese consolidar en la liga. Pero los resultados resquebrajan cualquier base y amenazan por convertir en absurdo cualquier pensamiento a largo plazo. El descenso a la LEB Plata es una realidad cada vez más presente.
A estas alturas de la temporada el COB tenía la pasada temporada dos victorias más y estaba a una del play off de ascenso. Una situación similar a la que tenían los ourensanos antes del partido de Huesca pero que ahora se ha estropeado definitivamente.
Sólo queda la permanencia
Tres derrotas consecutivas que dejan al COB sin opciones de pelear por un play off ya a cuatro partidos y con sólo uno de ventaja sobre el descenso directo. Un hándicap más con respecto a la temporada pasada. Ahora el COB juega sin red, no hay play out. Los dos últimos de la liga regular bajan directos a la LEB Plata.
Cinco victorias en 19 jornadas son un bagaje demoledor y que además se añaden a los pésimos resultados ante su afición, ante la que el COB sólo ha sido capaz de ganar a Navarra y Barcelona, los únicos equipos a los que supera en la clasificación.
Cifras desoladoras para un proyecto que tiene en Gonzalo García de Vitoria a su principal referencia deportiva. El entrenador vizcaíno se juega mucho de su futuro en las siete jornadas que quedan de liga.
El descenso en Ourense sonaría a sentencia para un entrenador que ya descendió la temporada pasada y que acumula un bagaje de 11 victorias en sus últimos 45 partidos. Números pírricos para un técnico que dos campañas antes había ganado 20 partidos en liga regular y que se había quedado a un paso del ascenso a la ACB tras caer en la última eliminatoria ante el Menorca (3-1).
