El Bosco ganó ayer en Os Remedios al Gijón, estará pendiente de lo que haga hoy el COB en Salamanca y está obligado a ganar en la última jornada en Oviedo. Así de emocionante y también cruel está la liga.
El equipo entrenado por Raquel Salgado cumplió con su parte ganando un partido más e incluso acarició un average que lo habría librado de otras cábalas. Ahora necesita ganar y que el Gijón pierda en la última jornada o que el Aquimisa le gane al COB esta tarde y lo libre del puesto de arrastre. Evitar los puestos de descenso lo tiene en la mano y ya de por sí es un mérito sobresaliente en una liga en la que bajan 6 de 16 equipos.
Ese objetivo lo amarró con otro partido notable. Fue siempre por delante en el marcador y dominando el juego. Empezó con poco acierto, pero agarrándose a una gran defensa para tener siempre a raya a su rival. Y cuando mejoró el Gijón en ataque, en el tercer cuarto, también supo dar ahí un paso más y estabilizar la ventaja conseguida. Por 16 llegaron a ganar los colegiales (56-40).
En el último cuarto cambió el partido. También el arbitraje y entre los dos factores fueron poco a poco sacando de la pista a los ourensanos. Mirando demasiado el reloj, apareciendo los nervios y, como si fuese fútbol, pidiendo la hora. Suficiente para ganar el partido y llegar más vivos que nunca a la última jornada.