El estadio de O Couto, con un lleno que hacía muchos años no se vivía, celebró con el equipo el éxito después de varias temporadas de sufrimiento

Comunión total

Las taquillas del estadio, repletas de espectadores antes del partido. (Foto: FOTOS:  MIGUEL ÁNGEL)
Hacía mucho tiempo que la sufrida afición del Ourense no vivía una alegría como la de ayer. La masiva presencia de aficionados en el estadio demostró que la ciudad y la provincia están al lado de un club y un equipo que en esta ocasión sí hizo vibrar a la afición.
Desde el primer minuto la comunión entre el equipo y la afición fue total. Los jugadores lo pusieron todo sobre el césped y la gente respondió con su apoyo incesante desde la grada. La algarabía fue total desde que el gol de Eder, en el 59, significaba el paso definitivo a Segunda B. Los cánticos de celebración fueron constantes, no faltó la ola a la que también dio vida la afición del Laudio, y el estallido de júbilo llegó con el pitido final y una invasión de campo que ponía fin a cuatro años en el destierro de Tercera. La Segunda B aguarda.

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