Antonio Zanini, todo un clásico, ha estado en Ourense acompañando y liderando la estructura del RACC y nos cuenta sus recuerdos de la prueba.
Antonio Zanini, un clásico del mundo de los rallies, ha acudido a Ourense acompañando y liderando la estructura del RACC y nos cuenta sus recuerdos de la prueba orensana y sus personajes.
¿Cuáles son sus recuerdos de Ourense?
Ourense era terreno hostil para nosotros que veníamos de fuera, los equipos locales, con Reverter al frente, nos ponían las cosas difíciles, de hecho nunca conseguí una victoria en Orense. En cuanto al rally recuerdo su dureza, las noches de Ourense, los rasantes de los tramos y la longitud del rally. Era muy difícil ganar a los gallegos en su tierra, el equipo de Reverter, con Beny Fernández, era muy fuerte en esta tierra. Era muy difícil ganarle a los gallegos que formaban una piña con el capitán Reverter al frente.
¿Tan difícil se hacía competir en Galicia?
Sí era duro, recuerdo venir a participar en el Orense o el Rías Bajas con la intención de bajarle la oreja a los equipos locales, pero siempre se ponían las cosas cuesta arriba. Los que veníamos de fuera teníamos que pelear mucho para ganarle a los equipos locales. De hecho nunca conseguí ganar en Ourense.
¿Tiempos complicados?
Eran complicados, recorrer España de parte a parte con un equipo de competición por aquellas carreteras era ya un buen comienzo, luego los rallies eran mucho más largos, prácticamente dos días completos, los entrenamiento solíamos hacerlos por la noche; bueno, era diferente. Recuerdo aquellos tramos del Ourense con carreteras que en algunos lugares eran de tierra o lo parecían. En mi mente aun recuerdo el tramo de Avión-Beiro con aquellas canteras que lo bordeaban. Los rasantes y la noche orensana. También eran unos tramos muy selectivos.
¿Qué queda de aquellos tiempos?
Tengo que decir que con el paso de los años, aquellas luchas con el equipo de Reverter han quedado como el sentimiento de cualquier deportista de estar en la lucha y ser el mejor. Y estos mismos años me hacen sentir un gran respeto por Estanislao Reverter, artífice del Rally de Ourense. Entonces teníamos que ganarle a él, a sus pilotos y al maquiavélico invento que llamaron Alpinche. Luchábamos para darle una paliza de segundos a nuestros contrincantes. Respeto por su implicación en este deporte y por haber sabido inyectar en vena el mundo de los rallies en sus colaboradores. Recuerdo a Antonio Coleman, heredero de Reverter, y siento gran respeto por los pioneros que han conseguido que la saga continúe 42 años. Hoy el rally existe porque hubo unas personas que se jugaron su tiempo, su ilusión y hasta su dinero para sacarla adelante.
¿Ayer y hoy del automovilismo?
Aquello era otra cosa, es evidente que todo evoluciona. Pero sí que echo en falta más copas de promoción y más pilotos jóvenes en los puestos de arriba.
¿Cuáles son sus recuerdos de Ourense?
Ourense era terreno hostil para nosotros que veníamos de fuera, los equipos locales, con Reverter al frente, nos ponían las cosas difíciles, de hecho nunca conseguí una victoria en Orense. En cuanto al rally recuerdo su dureza, las noches de Ourense, los rasantes de los tramos y la longitud del rally. Era muy difícil ganar a los gallegos en su tierra, el equipo de Reverter, con Beny Fernández, era muy fuerte en esta tierra. Era muy difícil ganarle a los gallegos que formaban una piña con el capitán Reverter al frente.
¿Tan difícil se hacía competir en Galicia?
Sí era duro, recuerdo venir a participar en el Orense o el Rías Bajas con la intención de bajarle la oreja a los equipos locales, pero siempre se ponían las cosas cuesta arriba. Los que veníamos de fuera teníamos que pelear mucho para ganarle a los equipos locales. De hecho nunca conseguí ganar en Ourense.
¿Tiempos complicados?
Eran complicados, recorrer España de parte a parte con un equipo de competición por aquellas carreteras era ya un buen comienzo, luego los rallies eran mucho más largos, prácticamente dos días completos, los entrenamiento solíamos hacerlos por la noche; bueno, era diferente. Recuerdo aquellos tramos del Ourense con carreteras que en algunos lugares eran de tierra o lo parecían. En mi mente aun recuerdo el tramo de Avión-Beiro con aquellas canteras que lo bordeaban. Los rasantes y la noche orensana. También eran unos tramos muy selectivos.
¿Qué queda de aquellos tiempos?
Tengo que decir que con el paso de los años, aquellas luchas con el equipo de Reverter han quedado como el sentimiento de cualquier deportista de estar en la lucha y ser el mejor. Y estos mismos años me hacen sentir un gran respeto por Estanislao Reverter, artífice del Rally de Ourense. Entonces teníamos que ganarle a él, a sus pilotos y al maquiavélico invento que llamaron Alpinche. Luchábamos para darle una paliza de segundos a nuestros contrincantes. Respeto por su implicación en este deporte y por haber sabido inyectar en vena el mundo de los rallies en sus colaboradores. Recuerdo a Antonio Coleman, heredero de Reverter, y siento gran respeto por los pioneros que han conseguido que la saga continúe 42 años. Hoy el rally existe porque hubo unas personas que se jugaron su tiempo, su ilusión y hasta su dinero para sacarla adelante.
¿Ayer y hoy del automovilismo?
Aquello era otra cosa, es evidente que todo evoluciona. Pero sí que echo en falta más copas de promoción y más pilotos jóvenes en los puestos de arriba.
