Rubén Millán y el ourensano Gabriel Campo ven "muchas posibilidades" de obtener la plaza olímpica en Duisburgo.
El tomiñés Rubén Millán y el ourensano Gabriel Campo Pavón lograron el pasado sábado en Trasona (Asturias) el billete para el preolímpico de K-2 1.000 metros y ayer mismo empezaron a preparar la cita que se celebrará los próximos días 18 y 19 en Duisburgo, donde ven "muchas posibilidades" de obtener la única plaza que se pondrá en juego para Río. Los palistas del Kayak Tudense estuvieron cerca de clasificarse para los Juegos en el Mundial del año pasado y desde entonces trabajan para no perderse unas Olimpiadas que se han puesto muy caras en esta modalidad.
"El año pasado (en el Mundial) nos quedamos a dos puestos de clasificarnos y en el preolímpico, los italianos y nosotros deberíamos ser los favoritos, aunque hay muchos países y siempre salen combinaciones nuevas que probablemente estarán también en la lucha, pero tenemos muchas posibilidades", afirma Gabriel Campo. "No va a ser fácil, pero yo creo que tenemos un setenta por ciento de probabilidades de clasificarnos", añade Rubén Millán, que considera también a los representantes italianos como sus principales rivales en la cita de Duisburgo.
El K-2 1.000 metros del Kayak Tudense se ganó el derecho a participar en el preolímpico después de un selectivo que reunió a los mejores especialistas de toda España. "Quizás fue el selectivo con más nivel de los últimos años", señala Campo, que aún así reconoce que "éramos los favoritos. El año pasado quedamos novenos en el Mundial y sabíamos que éramos el barco a batir, como así se comprobó en el agua. Tuvimos unos rivales con los que fuimos igualados casi hasta el final, Rodrigo Germade e Íñigo Peña, que ya están clasificados para Río en K-4. Sabíamos que ellos y sus compañeros en el K-4 (Javier Hernanz y Óscar Carrera, terceros al final) iban a ser los principales escollos".
Pero, como apunta Millán, "este año estamos muy fuertes y llegamos a Trasona muy confiados. Mentalmente, además, estamos mejor que nunca y eso siempre es un plus. Llegamos con muchas ganas y eso se demostró en el agua".
Una vez logrado el billete para Duisburgo, los palistas del Tudense ya han empezado la preparación. "Quedan once días para el preolímpico y hoy (por ayer) ya nos reincorporamos a los entrenamientos, que a partir de ahora van a ser muy suaves, con prioridad para el descanso, para llegar a la competición en el mejor momento de forma posible", explica Rubén Millán. "Es una semana en la que ya no forzamos mucho en el agua. Intentamos hacer entrenamientos cortos y muy específicos", agrega Gabriel Campo.
Entrenar tampoco ha sido fácil este año para los deportistas del Kayak Tudense debido a las riadas en el Miño. "Hemos tenido que trasladarnos a Ribadavia porque el río en Tui estaba impracticable. Eso nos ha supuesto muchos gastos y una pérdida de tiempo impresionante. Nos íbamos de aquí a las ocho de la mañana, comíamos allí y volvíamos a Tui a las siete y media u ocho de la tarde, pero al menos podíamos entrenar en las mejores condiciones posibles", indica Millán. "La semana pasada pudimos trabajar por primera vez en Tui desde principios de año", recuerda Campo Pavón. Todo habrá valido la pena si el próximo día 19 logran la clasificación olímpica.
"Ir a los Juegos sería un sueño cumplido"
Rubén Millán y Gabriel Campo Pavón buscarán en Alemania una clasificación olímpica que, en el caso del tomiñés supondría "la recompensa al trabajo que hemos hecho en estos últimos años", mientras que para el ourensano "sería un sueño cumplido".
"Cualquier niño que empieza en un deporte minoritario como el piragüismo sueña con ir a unos Juegos. En Galicia, además, tenemos las referencias de David Cal, Carlos Pérez o Teresa Portela, y me gustaría protagonizar algún día las hazañas que ellos han conseguido", afirma Campo.
Los dos palistas de Kayak Tudense creen, además, que si lograr el billete para Río de Janeiro llegarán a la cita con opciones de hacer algo grande. "Si nos clasificamos, vamos a llegar a Río en un muy buen momento de forma. Este año ya estamos logrando marcas que el año pasado hacíamos a la altura del Mundial, así que si vamos a los Juegos llegaríamos en un gran momento y lucharíamos por todo", señala Millán.
"Somos dos personas bastante parecidas y tendemos a ir mejor a medida que se acerca el final de la temporada. Por lo tanto, nuestro estado de forma óptimo coincidiría con los Juegos, pero ahora mismos estamos también es un buen momento y esperamos demostrarlo en Alemania", apunta Campo Pavón, que el próximo mes de noviembre será padre por primera vez y espera alcanzar la paternidad con una participación olímpica a sus espaldas. Todo pasa por el preolímpico de Duisburgo, donde ambos tratarán de demostrar su compenetración. "Llevamos ya unos años juntos y el barco funcionó bien desde la primera vez. Tenemos una gran relación y no hay nada mejor que eso", sentencia Rubén Millán.
