Seixalbo y Toén conquistan el ascenso a Segunda autonómica apenas unos meses después de haber comenzado a andar el proyecto
Llegar y besar el santo. Seixalbo y Toén no existían hace un año. Ni hace menos. Allá por el verano se construyeron y empezaron desde abajo del todo, la Tercera autonómica. Unos meses después, unos y otros son ya equipos de Segunda. Los primeros liderando el grupo 12 con una sola derrota; los segundos sólo por detrás del Moreiras jugando al todo o nada, sin empates.
Mario Otero, el entrenador del Seixalbo, ha podido saborear ahora desde el banquillo la dulzura de los buenos postres. La amargura ya la sufrió hace 30 años, cuando jugaba en el equipo que desapareció mientras militaba en la Primera autonómica. “Más allá del ascenso, lo verdaderamente importante es que en Seixalbo la gente se ha enganchado al fútbol gracias a este equipo. Todos los jugadores, los 20, son del pueblo, algo que no tiene ningún equipo de la provincia. ¡Así llevamos tanta gente a los campos! ¿Cuánta? Pues en el último partido contra el Molgas más de 400 aficionados. Tuvimos que jugar en el del Polígono porque el nuestro estaba inundado”. Con la UD Ourense somos el equipo que más seguidores arrastra”, remarca.
“Seixalbo es un pueblo dinámico que demuestra que en el fútbol cabe todo el mundo, los del PP, los del PSOE, los otros… Ya digo, haber ascendido está muy bien, pero lo importante es que en Seixalbo vuelve a respirarse fútbol. Cuando me propusieron entrenar el equipo tenía mis dudas. Bueno, la competición las ha resuelto”, añade.
Y ahora? “Queremos seguir con la misma filosofía. Sin grandes retoques, este equipo se puede mantener en Segunda. La clave está en la unión, eso nos ha llevado a quedar campeones. Los jugadores se han pagado las fichas federativas, ellos arreglaron el campo, limpian los vestuarios… Aquí no se cobra nada, ése era el acuerdo”..
Redonda la experiencia entonces… “El pueblo ha estado muy unido al equipo. De hecho, el club tiene una peña femenina, ‘As meigas de Seixalbo’, que no paran de animar. ¡Como será que los aficionados no acuden a los partidos en sus coches, lo hacen en autocar”.
Mario Otero ha llevado la batuta desde el banquillo, David Rodríguez lo ha hecho desde la presidencia. “Este año el fútbol ha sido muy importante para el pueblo. ¿Presupuesto? Alrededor de 8.000 euros. ¿Beneficios? No sé, desde luego lo que no ha habido han sido pérdidas. Hicimos el equipo con un grupo del pueblo y nos ha salido bien", remacha el presidente.
Camino idéntico ha seguido el Toén. Segundo tras el Moreiras, 14 victorias y 6 derrotas. "No lo esperábamos, pero se dio el caso y lo aprovechamos", destaca el entrenador, Diego Rodríguez. "No es que despreciemos los empates (ninguno en 20 partidos), simplemente se ha dado así. Es algo curioso, claro, anecdótico. A mí, que he estado en muchos equipos, me ha sorprendido la respuesta de los aficionados, he visto pasión por el fútbol. En Segunda seremos más cautos, sería mucho lograr dos ascensos en dos años", añade.
Mucha amistad
"Aquí no hay un duro, aquí no hay cuartos de por medio, aquí lo que hay es mucha amistad", recalca Aitor Gil, el presidente.
