El COB ganó sin problemas un partido que sobraba. Le sobraba a los ourensanos porque ya tenían los deberes hechos y por lo visto también al Ávila porque no fue nunca rival. Los abulenses lo intentaron con corazón, cabeza y piernas pero están muy lejos de un rival que sacó tajada en el marcador cada vez que le hizo falta.
La única alegría visitante fue un 10-12 irreal y que fue sólo la antesala al primer parcial notable de los ourensanos. Un 7-0 para terminar el primer cuarto que le devolvió la delantera en el marcador al COB. Ya no la perdió.
Los de Rafa Sanz firmaron un partido meritorio teniendo en cuenta los condicionantes. Discreto si se piensa en citas anteriores.
Lo mejor del COB fue la actitud. Ni la suficiencia en el parquet ni la ventaja en el marcador fueron inconveniente para que la defensa estuviese siempre a la altura. Desde ahí construyeron la victoria porque en ataque los minutos buenos convivieron con otros irregulares y por momentos, pocos, incluso con algo de benevolencia.
Sin despeinarse Webster o Guillandeaux clavaron 12 puntos y Cardenas y Vicens, con más ganas, 6 y 8 respectivamente. El protagonismo ante el Ávila recayó en Alberto Miguel y Koffi.
El pívot francés fue muy superior a sus pares cada vez que encaró el aro aunque se durmiese en la más clara y se llevase un tapón o perdonase otro par de tiros cómodos. Se fue hasta los 16 puntos y 6 rebotes con facilidad.
Alberto Miguel brilló más. Encadenó una sucesión de canastones a cada cual más espectacular pero marca de la casa. Salida de bloqueo y suspensión elegante. Tiro cómodo para él. En total, 18 puntos fallando sólo tres tiros de campo en 21 minutos.
Fueron los nombres propios de un partido sin premio pero que sirvió para confirmar una vez más el buen momento de juego de los ourensanos. Una vez más su rival pareció más pequeño de lo que es. El Ávila, que también jugará por el ascenso, pasó por el Pazo de puntillas ante un COB que no necesitó nunca pisar con contundencia para hacerse oír.
El martes será otra historia. La misma cancha pero en una cita sin margen de error. El Lan Mobel será el rival del Aguas de Sousas en un play off de cuartos de final al mejor de tres partidos.
Los de Rafa Sanz firmaron un partido meritorio teniendo en cuenta los condicionantes. Discreto si se piensa en citas anteriores.
Lo mejor del COB fue la actitud. Ni la suficiencia en el parquet ni la ventaja en el marcador fueron inconveniente para que la defensa estuviese siempre a la altura. Desde ahí construyeron la victoria porque en ataque los minutos buenos convivieron con otros irregulares y por momentos, pocos, incluso con algo de benevolencia.
Sin despeinarse Webster o Guillandeaux clavaron 12 puntos y Cardenas y Vicens, con más ganas, 6 y 8 respectivamente. El protagonismo ante el Ávila recayó en Alberto Miguel y Koffi.
El pívot francés fue muy superior a sus pares cada vez que encaró el aro aunque se durmiese en la más clara y se llevase un tapón o perdonase otro par de tiros cómodos. Se fue hasta los 16 puntos y 6 rebotes con facilidad.
Alberto Miguel brilló más. Encadenó una sucesión de canastones a cada cual más espectacular pero marca de la casa. Salida de bloqueo y suspensión elegante. Tiro cómodo para él. En total, 18 puntos fallando sólo tres tiros de campo en 21 minutos.
Fueron los nombres propios de un partido sin premio pero que sirvió para confirmar una vez más el buen momento de juego de los ourensanos. Una vez más su rival pareció más pequeño de lo que es. El Ávila, que también jugará por el ascenso, pasó por el Pazo de puntillas ante un COB que no necesitó nunca pisar con contundencia para hacerse oír.
El martes será otra historia. La misma cancha pero en una cita sin margen de error. El Lan Mobel será el rival del Aguas de Sousas en un play off de cuartos de final al mejor de tres partidos.
