El conjunto melillense, rival como local mañana del COB, es por méritos propios colista de la LEB Oro al acumular ocho derrotas de forma consecutiva

Melilla, un grande en apuros

Francis Sánchez defiende al cobista Julio González en el partido de pretemporada en el Pazo.
Después de quedarse a un paso del ascenso a la Liga ACB la pasada campaña (finalizara tercero la competición regular y eliminó en la primera ronda al Lleida y en la segunda al Cáceres, cayendo por 1-3 en la definitiva ante el Menorca), y de iniciar el presente curso con una comodísima victoria como local ante Cáceres (95-78), nadie en la Ciudad Autónoma de Melilla se podía imaginar que apenas dos meses después su equipo de baloncesto iba a ser colista en solitario tras acumular ocho derrotas consecutivas.
Es cierto que perdieron a uno de sus jugadores franquicia, Salva Arco, un viejo conocido en O Pazo que cambió el norte de África por Manresa para dar el salto a la ACB, pero el Club Baloncesto Melilla partía igualmente esta campaña como uno de los aspirantes a todo en la LEB Oro 2012-13. No está Arco pero lograron hacerse con los servicios de uno de los jugadores a los que todos o casi todos los equipos de la categoría pretendieron, Francis Sánchez. El alero malagueño, ex del Cáceres, está cumpliendo aunque en el entorno del equipo melillense consideran que ni mucho menos está al nivel que se le esperaba. Es el jugador que más utiliza el técnico Gonzalo García, y el que más anota, casi 16 puntos por partido, pero a todas luces insuficientes para un equipo que se muestra una dinámica inexplicable ya que buena parte de la plantilla es la misma que hace unos meses luchaba por dar el salto a la mejor liga europea: los Wachsmann, Manzano, Almazán, Marco, Riera o Romero continúan.


UN CONTRATIEMPO

Uno de los contratiempos en el Club Baloncesto Melilla ha sido la lesión del estadounidense Tim Frost. El pívot, que arrastraba molestias en la espalda, sólo jugó seis partidos al serle detectada una lesión en la zona discal intervertebral. Deberá estar no menos de dos meses de baja y el Melilla movió ficha. Fichó por tres meses al pívot nigeriano Ola Atoyebi, que debutó la pasada jornada pero su aportación fue testimonial: un tiro libre anotado en nueve minutos.

Las derrotas están pesando demasiado a un club, a un cuerpo técnico y sobre todo a una plantilla a la que la ansiedad parece ca,par a sus anchas. El ejemplo que mejor resume el estado del grupo melillense se dio la pasada semana en el partido en Lleida. Después de un primer cuarto muy pobre (13 puntos abajo), y con diferencias todavía mayores, reaccionó hasta terminar el tercer cuarto un solo punto abajo, pero después de hacer lo más difícil encajó 32 puntos en el último cuarto para terminar perdiendo por 17 puntos.


ULTIMÁTUM AL BANQUILLO

Ante tal desaguisado seguro que el C.B. Melilla estaba esperando como agua de mayo la cita ante el COB en la búsqueda de una victoria que sirva de punto de inflexión. El triunfo sería balsámico para los locales pero una derrota ante el COB les dejaría en una situación insostenible que podría costar la cabeza del técnico Gonzalo García.

Te puede interesar