El COB se enfrenta mañana al líder de la LEB Oro, un equipo plagado de jugadores con talento, calidad y experiencia en la liga
En una jornada de novedades y tomas de contacto, Melilla y COB fueron los que terminaron con la sonrisa más amplia. Líderes los norteafricanos y segundos los ourensanos. Mañana, uno encajará su primera derrota.
Rival temible para los de Gonzalo García de Vitoria. Una de las mejores plantillas de la competición. Un Melilla que avisó en pretemporada de su potencial y que lo confirmó en Málaga en la primera jornada.
No tiene puntos débiles a la vista. Dos bases de nivel, una batería exterior completa y un juego interior interminable. Mucho y muy bueno.
Empezando por los excobistas Quique Garrido y Carles Bravo. Dos de lo pilares del Palencia subcampeón de la pasada temporada. Al primero lo complementa otro clásico de la liga como Eric Sánchez y el segundo peleará los minutos con uno de los novatos con mejor pinta de la competición y al que pretendió el COB, Spencer Butterfield. Puntos a gogó en los cuatro jugadores.
El perímetro lo completan dos 'treses' con físico para hacer daño cerca del aro y encarándolo pero también con muñeca para no regalar nada a sus pares.
¿Y en la zona? Cuatro pívots a cada cual más incómodo. Todos con centímetros y músculo. Gatell se asienta en la liga, Laso tiene la oportunidad de demostrar que se le queda pequeña y regresar a la ACB, Wright ha pasado de ser uno de los muchos a ser uno de los mejores y el griego Tsiaras suena a fichaje de un LEB lejana en calidad y cifras en los contratos. El heleno pasa, bota y tira. Todo con calidad y capacidad para ser referencia. Los otros tres son un martillo pilón bajo el aro y por encima de él.
Tendrá el COB que confirmar mañana (21,00 horas) la imagen del estreno para mantenerse en partido. Mejorarla si quiere además traerse la victoria. Un equipo que gusta sin discusión pero que de ganar dispararía definitivamente la ilusión que ha creado. Un partido tan atractivo como exigente, también para el Melilla.
