El piragüista ourensano Gabriel Campo Pavón es seria baza para acudir a los Juegos en la modalidad de K-2 1.000 metros, junto a Rubén Millán.
El pasado domingo, día 13, se impuso en Sevilla en el Campeonato de España en la modalidad de K-1 5.000 metros pero su verdadero objetivo es menos solitario y más ambicioso. Formando pareja con Rubén Millán intentará clasificarse para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en el K-2 1.000 metros.
Gabriel Campo Pavón cumplirá el 10 de abril 24 años. Nació en Ourense y con dos años sus padres se fueron a vivir a Cangas.
"Me siento muy ourensano. Nací ahí, todas las fiestas y las vacaciones las paso ahí, toda mi familia es de ahí y ahora además entreno en Castrelo de Miño. Soy ourensano", sentencia el piragüista que compite para el Kayac Tudense, el mejor club de España.
Empezó en el piragüismo con siete años: "Me gustaba el fútbol pero en verano se paraba y pasaba muchas horas en el muelle de Aldán. Veía a esa gente entrenando y me gustó". Mira hacia atrás y no se arrepiente. Presume de una apuesta de la que llegó a desertar hace dos años: "Me fui a Estados Unidos con mi mujer y pensé en dejarlo todo. Pensaba que no merecía la pena tanto sacrificio e incluso nos planteamos quedarnos a vivir allí. Supongo que ayudó el que mi mujer sea de New Jersey".
Pero volvió: "Es un deporte muy exigente y muy sacrificado. Tienes muy pocas horas libres y con suerte descansas alguna tarde o un domingo. Mi mujer me mira (tras 22 años en Cangas el verbo ver cambia de sentido) cuando nos levantamos y a veces solo me vuelve a mirar cuando nos acostamos. Aquí no hay trucos, el reto y la exigencia te la marcas tú. Volví solo con una idea en la cabeza, ir a los Juegos Olímpicos". Y lo tiene a tiro: "Todos los deportistas tenemos un sueño, unos lo reconocen y otros no. Yo quiero ir a los Juegos Olímpicos pero mi sueño es ganar la medalla de oro".
El primer disparo fue al poste. El verano pasado tuvieron la posibilidad de conseguir el billete directo en el Mundial de Milán (Italia). En la final pagaron muy caro un mal inicio y en los metros finales se desfondaron. Acabaron novenos y se quedaron sin una clasificación que daban por hecha. Su peor carrera en el peor momento.
Ahora tienen la revancha. Será los días 21 y 22 de mayo en Diusburg (Alemania). La exigencia será maxima. 25 países y solo una plaza para acudir a Río. No hay margen de error: "Será complicado porque la gente irán muy preparada pero nosotros también. Ninguno hemos estado en unos Juegos y no tenemos la experiencia pero a lo mejor sí la ambición y la ilusión que no tienen otros".
Es su oportunidad. Lo sabe y cambia la entonación cuando se le insiste por la dificultad del Preolímpico: "Si algo se nos mete en la cabeza, lo conseguimos. Será complicado pero vamos a ir a los Juegos".
Entrenamiento en Ourense
El camino a Río pasa por su tierra. Entrena a diario en Castrelo de Miño y no hace falta pedirle una valoración del CERLAC (Centro de Entrenamiento de Remo de Laias, Arnoia y Castrelo) para que lo elogie.
"Este sitio es espectacular. Tenemos una pista de 2.000 metros para entrenar. Nosotros hacemos unos diez kilómetros y siempre encuentras sitios para cubrirte del viento. La climatología es inmejorable, el agua tiene una buena densidad y si ya vienen las mejores selecciones de remo pronto vendrán las de piragüismo".
Ahí se entrena a diario una de las opciones de Ourense de añadir representación a los Juegos. Un piragüista que vive en Cangas, compite para el Kayac Tudense y se siente "ourensano". Gabriel Campo busca un sitio en Río para coronar una carrera imponente.
