El Arenteiro se mantiene como un líder intratable. Lo demuestra semana tras semana y ayer, en el campo del Requeixón, en Oviedo, volvió a dar otra “masterclass” de lo que se debe hacer para ganar un partido en esta categoría: 0-1 ante el Oviedo Vetusta. Aunque después de 21 jornadas ya no es novedad y se antoja que es una película que ya se ha visto muchas veces, pero que siempre tiene el mismo final.
Tras los primeros minutos de tanteo, el equipo de Javi Rey se hizo con el control. Avisó con un disparo de Jordan Sánchez, un remate de Antón Escobar y una falta directa de Pibe que terminó en saque de esquina. Tenían el partido controlado los verdes, pero en el minuto 30 se torció la cosa. Solo un poco. Lucas Laso hace una falta clara a Romay en el centro del campo, sigue el juego y Marquitos pierde una pelota, también en posible falta. La jugada termina en una contra local que concluye con el delantero Masca derribado por Diego García. Penalti claro, pero los verdes protestaron mucho las faltas anteriores, con dos expulsiones en el cuerpo técnico incluidas. El propio Masca, que llevaba 7 goles en los últimos cinco partidos, cogió la pelota, la pateó, pero no contaba con Diego García, que adivinó la dirección y detuvo el lanzamiento.
Comenzó la segunda parte y, en la primera jugada, Antón Escobar, que recogió una peinada de Manín, se fue de su par y superó al meta local Marco: 0-1 y partido visto para sentencia. No lo es para muchos equipos, pero para la escuadra que dirige Javi Rey sí.
Lo intentó el Oviedo Vetusta y cierto es que tuvo un par de llegadas con peligro, pero el líder volvió a demostrar su experiencia, saber estar y mantiene un ritmo que nadie es capaz de seguir.
El Arenteiro no frena y sigue mirando a todos por el retrovisor y ganándose la ilusión por el ascenso.
