El Barco busca los puntos que definitivamente le den la permanencia mientras Verín y Arenteiro deben sumar para seguir soñando con la salvación

Los ourensanos se la juegan

El verinense Cuqui se dispone a despejar el balón ante un jugador del Estradense. (Foto: XESÚS FARIÑAS)
Siete son las jornadas que le quedan a la Preferente para finalizar el curso y siete son los partidos que le faltan a los conjuntos ourensanos para alcanzar unos objetivos que están para todos ellos mucho más lejos de lo deseado.
El Barco, el mejor clasificado de los equipos provinciales en la categoría -décimo- lleva más de tres meses buscando los puntos que le den de manera definitiva la permanencia en una categoría en la que fue el dominador en su comienzo. Y es que los pupilos de Iván González llevan una victoria en las 15 últimas jornadas. Los valdeorreses llevan 40 puntos y para huir de cualquier tipo de problema podría necesitar al menos dos victorias más. El domingo tiene un duelo directo ante el Estradense, con cuatro puntos menos en la tabla.

Algo parecido le está pasando al Verín. Se sabía que la plantilla era justa pero la apertura del curso había sido más que satisfactorio y nadie podía pensar que el equipo llegara a la recta final con escasas opciones de permanencia, más por la dinámica que lleva (tres puntos de los últimos 36 en juego), que por las opciones reales, que todavía existen. Los verinenses están fuera del descenso directo pero los arrastres parece que van a condenarle. 'Poderá haber catro ou cinco descensos polo que o noso primeiro obxectivo é tratar de que o Arenteiro non nos alcance e despois ver o que pasa', señaló Iago Lantes, técnico del Verín. '¿O Portonovo? É un gran equipo, con xente de calidade en ataque e xogadores experimentados en defensa. O do domingo será un partido moi difícil'.

También lejos del objetivo está un Arenteiro que comienza a dar buena parte del fútbol y los resultados que desde hacía tiempo se esperaban de él. La semana pasada fue capaz de igualar a domicilio a un líder Areas lanzado hacia el ascenso a Tercera aunque el lastre clasificatorio de los carballiñeses le mantienen en una situación límite en la lucha por la salvación. Es tercero por la cola, es decir, en plaza de descenso directo, y estaría a ocho puntos de los puestos de posibles descensos por arrastres, por lo que todo lo que no sea sumar de tres en tres es el pasaporte hacia Primera: 'Estamos ilusionados y las sensaciones están siendo muy buenas. Las cuentas siguen siendo difíciles pero estamos compitiendo bien', dice el técnico Francisco Romero.

La situación del Ponte es por desgracia más sencilla en lo que a clasificación se refiere. Virtualmente descendido trata de ser lo más competitivo posible: 'la ilusión de hacer un buen partido nunca se pierde aunque después dependemos del rival pero sobre todo de lo que hagamos nosotros. Si estamos centrados habrá opciones'.

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