LIGA FEMENINA 2

El Pabellón cede toda su ventaja en la recta final

photo_camera Nerea Nieto retiene el balón durante el partido contra el Araski.

Las ourensanas tuvieron en su mano la victoria ante un Araski al que ganaban de cinco a falta de tres minutos 

El Pabellón Ourense sumó la décima derrota consecutiva de la temporada ante el Araski de Vitoria en un partido que tuvo de cara hasta la recta final (62-70).

El equipo ourensano salió contagiado de la climatología al partido. Frías, sin intensidad en defensa y desordenada en el ataque, fueron un objetivo demasiado fácil en los primeros minutos para las vascas.

Tras un parcial inicial de 3-11 y un explosivo tiempo muerto de Benjamín Rodríguez, reacción y seis puntos locales en los minutos finales del periodo para dejar la renta en dos puntos (15-17)

No fue excesivamente mejor el inicio del segundo cuarto. La imprecisión llegó a ambos equipos y ni las ourensanas ni las vascas se mostraban cómodas en la cancha. A tirones, el marcador se mantenía igualado hasta que un 'apagón' en el juego del Pabellón a falta de cuatro minutos, que repercutió en un 0-11 para el Araski, mostró el primer amago de ruptura del partido cuando las jugadoras se fueron al vestuario (25-34).

Tras el descanso, llegó la metamorfosis. La alegría llegó al juego ourensano y las canastas con relativa facilidad. Descolocadas, las visitantes solo veían como el Pabellón anotaba y un 11-0 en apenas tres minutos devolvió la igualdad al electrónico (36-36).

Tras el golpe, y con el Araski despertando, el resto del periodo se convirtió en un intercambio de canastas para llegar al definitivo asalto 46-45.

Confiadas en su juego, las chicas del Pabellón creyeron en la victoria. Ante un equipo vitoriano rudo por momentos, el equipo entrenado por Benjamín Rodríguez fue capaz de dominar el tempo del juego llegando a los tres últimos minutos con una renta de cinco puntos a su favor (62-57).

Sin embargo, y cuando todo apuntaba a la primera victoria de la liga, nuevo cortocircuito en las filas ourensanas. Una concatenación de errores propios y los nervios de ver como se escapaba el triunfo, propiciaron la remontada de un rival que se llevó, casi sin querer, un regalo a Vitoria, 62-70.

La próxima semana el Pabellón cerrará la primera vuelta con un largo viaje para enfrentarse al Badajoz, octavo clasificado.

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