La primera mujer capaz de coronar los 14 ochomiles, las montañas más altas del plantena, medalla al mérito deportivo y un apellido ligado para siempre a un presente deportivo que ha ayudado a hacer más grande y reconocible en todo el país. Edurne Pasabán fue la gran protagonista de la XII Semana Audiovisual del Clube Alpino Ourensán. La alpinista vasca, de Tolosa, no defraudó a nadie y multiplicó por cuatro el tiempo que tenía previsto la organización para su conferencia haciendo cortas las dos horas de anécdotas, aventuras e información que transmitió a los asistentes.
Sus gestas son memorizadas por los alpinistas y reconocibles para el resto pero Pasabán optó por dar a conocer su lado más humano para acercarse al público. 'Mis padres no eran alpinistas ni mucho menos. A los 14 años un grupo de amigas nos metimos en uno de los tres clubes de montaña que hay en Tolosa pero no lo hicimos porque nos gustase la escalada ni mucho menos, nos metimos porque nos gustaba el monitor', aseguró.
Si sus inicios llegaron casi por casualidad el primer 8.000 que ascendió tampoco lo consiguió por convencimiento de la gesta deportiva: 'Los vascos somos muy de apuestas, levantar piedras, cortar troncos y cosas de esas. Un grupo de cinco escaladores decidimos subir un 8.000, era el año 1998, y lo hicimos sólo porque en Tolosa nadie había subido un 8.000 y en el pueblo de al lado sí', comentó sobre la ascensión al Dhaulagiri.
Dentro de unos meses afrontará la escalada al Everest, que ya hizo hace años, pero ahora sin ayuda de oxígeno. No será su última aventura en la montaña pero sí reconoció que después esa cima tiene pensado 'aflojar el ritmo' después de 10 años frenéticos en los que ha visto el planeta tierra desde lo más alto.
Hoy (20,30, Auditorio) Nacho Rafael, César Saco y Pablo Ferro, tres alpinistas ourensanos, tomarán el relevo en la Semana Audiovisual.
Si sus inicios llegaron casi por casualidad el primer 8.000 que ascendió tampoco lo consiguió por convencimiento de la gesta deportiva: 'Los vascos somos muy de apuestas, levantar piedras, cortar troncos y cosas de esas. Un grupo de cinco escaladores decidimos subir un 8.000, era el año 1998, y lo hicimos sólo porque en Tolosa nadie había subido un 8.000 y en el pueblo de al lado sí', comentó sobre la ascensión al Dhaulagiri.
Dentro de unos meses afrontará la escalada al Everest, que ya hizo hace años, pero ahora sin ayuda de oxígeno. No será su última aventura en la montaña pero sí reconoció que después esa cima tiene pensado 'aflojar el ritmo' después de 10 años frenéticos en los que ha visto el planeta tierra desde lo más alto.
Hoy (20,30, Auditorio) Nacho Rafael, César Saco y Pablo Ferro, tres alpinistas ourensanos, tomarán el relevo en la Semana Audiovisual.
