Los temporales que asolaron Ourense dejaron árboles caídos, ramas rotas y campos empantanados en una jornada marcada por el inicio del Entroido
Jürgen' fue el primero en llegar a Ourense. Traía la mochila llena y la vació. Fue una revolución en el fútbol provincial. Suspendió entrenamientos, empantanó campos y tiró árboles.
Tras la resaca, sus socios 'Kurt' y 'Leiv' desembarcaron en la provincia con la fe de acaparar tantas portadas como su predecesor. El nivel era máximo y lo superaron con creces. Si 'Jürgen' empantanó campos 'Kurt' y 'Leiv' emplazaron partidos de fútbol a otros campos. Si el primero tiró un árbol, los otros destrozaban todas las ramas de los que quedaban vivos. El poder era mayor. Claro, eran dos.
Fue un tostón porque restringió las opciones del fútbol ourensano. Un 'petardazo'. Como el que estalló en Xinzo a la medianoche del domingo para inaugurar un Entroido en el que los socios alemanes no estarán. Tras cuatro días en los que se pasó de la alerta por sequía a la alarma generalizada por temporal, el fútbol provincial rodó como cada domingo. Sin embargo, hubo tres partidos aplazados. El Piñeira Seca-Soutopenedo y el Moreiras-Coles eran los primeros duelos oficiales en suspenderse. Durante la jornada del domingo, el Sande-Allariz B fue el tercero en discordia. 'Jürgen', 'Kurt' y 'Leiv' se marcharon dejando los campos ourensanos patas arriba. Sucios, llenos de agua y con el miedo de tener que recibir a más socios durante una nueva semana de entrenamientos.
La noticia negra de la jornada fue una rotura de peroné y tibia del delantero centro del Seixalbo, Ángel.
