La tan ansiada estabilidad continúa sin llegar al seno de Club Deportivo Ourense. Y por lo que se percibe, cada vez parece más lejos. El último motivo para pensar esto es la amenaza de huelga de los jugadores para mañana y pasado, que significaría la supresión de los entrenamientos previstos para esas dos jornadas.
El motivo para llegar a este extremo es el malestar de los jugadores, a los que una vez finalizado diciembre se les adeudarían dos y tres mensualidades, según el caso. La plantilla mantuvo ayer una reunión y ante el cariz de los acontecimientos que se están dando en el club, tanto en lo tocante a la inestabilidad institucional, como en lo concerniente a la acumulación de mensualidades pendientes, barajó la posibilidad de no entrenar el viernes y el sábado.
De todas maneras, esta decisión todavía no es firme. 'Fue algo que se comentó, pero todo quedó en el aire', señala Josu, el primer capitán del equipo. Esta tarde hay partidillo de entrenamiento en O Couto ante el filial, y será entonces cuando los jugadores decidan si finalmente convocan el parón.
La amenaza podría ser sólo una primera medida de presión, pues en el ánimo de los jugadores está encontrar una solución para no llegar a tal extremo: 'Creo que al final todo va a salir para adelante, pues la plantilla está comprometida con el club al cien por cien, pero la verdad es que se ve todo tan inestable...', añade Josu.
Jaime Noguerol, otro de los capitanes, reconoce que 'a ver si se soluciona todo, pues al final también nos estaríamos perjudicando a nosotros mismos, aunque sí es cierto que aquí hay mucha gente que está viviendo al día, y los sueldos no son de jugadores de Primera división'.
El presidente Manuel Seoane desea que 'todo esto non teña consecuencias, falando enténdese a xente e mañá -por hoy- reunireime cos xogadores despois do adestramento e falaremos da situación', aunque, insiste, 'non creo que chegue a maís'.
En lo deportivo, Mattew regresó de Gales y ya se ejercitó con el resto de compañeros.
De todas maneras, esta decisión todavía no es firme. 'Fue algo que se comentó, pero todo quedó en el aire', señala Josu, el primer capitán del equipo. Esta tarde hay partidillo de entrenamiento en O Couto ante el filial, y será entonces cuando los jugadores decidan si finalmente convocan el parón.
La amenaza podría ser sólo una primera medida de presión, pues en el ánimo de los jugadores está encontrar una solución para no llegar a tal extremo: 'Creo que al final todo va a salir para adelante, pues la plantilla está comprometida con el club al cien por cien, pero la verdad es que se ve todo tan inestable...', añade Josu.
Jaime Noguerol, otro de los capitanes, reconoce que 'a ver si se soluciona todo, pues al final también nos estaríamos perjudicando a nosotros mismos, aunque sí es cierto que aquí hay mucha gente que está viviendo al día, y los sueldos no son de jugadores de Primera división'.
El presidente Manuel Seoane desea que 'todo esto non teña consecuencias, falando enténdese a xente e mañá -por hoy- reunireime cos xogadores despois do adestramento e falaremos da situación', aunque, insiste, 'non creo que chegue a maís'.
En lo deportivo, Mattew regresó de Gales y ya se ejercitó con el resto de compañeros.
