Al equipo de Miguel Sotelo, con un repertorio de auténticos golazos, le alcanzó para liquidar en el primer tiempo al Taboadela
El Polígono está en plan ganador y el 4-1 sobre el Taboadela fue la victoria de un equipo que supo controlar el juego, ganó en la anticipación y lo adornó con cuatro espectaculares goles para recordar.
La resistencia que le opuso su rival apenas duró unos minutos, bastó que el engranaje del medio campo funcionara a pleno para que los industriales comenzaran a cercar la portería del Taboadela.
La incursión de los laterales por la bandas uniéndose a los atacantes fueron decisivos en el primer gol. Alex Díaz le ganó a su marca por la izquierda, enganchó hacia dentro y sacó un exquisito remate que se metió por la escuadra superando la estirada de Iván.
No había terminado de digerir el primer mazazo que un cambio de frente de Josiño la enganchó Adrián Bolaño, con una impresionante volea que supuso el 2-0.
El Polígono fue a por más y lo consiguió con dos nuevas perlas que sentenciaron el derbi. Josiño con mucho olfato y viendo adelantado al portero sacó un sutil disparo desde unos 40 metros para clavar el 3-0 y la guinda fue obra de Rubén Villa, que dejó sentado a Iván y definió como un auténtico crack.
La segunda parte casi sobró, porque el Polígono se relajó y el Taboadela quiso maquillar la derrota. Alberto sacó una mano prodigiosa a una falta de Bruno, pero no pudo impedir, en un barullo, que Jorge colocara el 4-1.
