El punto más caro de la temporada para el Ourense CF

El Ourense CF tardará mucho tiempo en olvidar el desplazamiento a tierras castellanas que le enfrentó al Burgos Promesas. Lo mejor fue el punto conseguido tras el empate a un gol, pero el peaje que pagaron fue demasiado caro y, los contratiempos, innumerables. Todo eso ya pasó y regresaron a los entrenamientos con los ánimos renovados y pensando en el partido del próximo sábado ante el Oviedo Vetusta en tierras asturianas, donde esperan lograr la primera victoria. La tarde se torció antes de la media hora. Un balón sin aparente peligro al que acudió Daniel Portela terminó de la peor manera posible, con la rotura del tendón de Aquiles. El jugador fue trasladado al Hospital Universitario de Burgos dónde le pusieron una escayola para que pudiera viajar con el equipo para Ourense. A las cuatro de la mañana llegó la expedición y Portela fue directamente al Centro Médico El Carmen dónde quedó ingresado. Esta tarde a primera hora será operado. El defensa ourensano, ya más animado, no quiere darle más vueltas a la lesión y tiene claro que “son cosas del fútbol. Se tenía que dar y ya está, son gajes del oficio“. Lo dice un jugador curtido en lesiones. “La verdad es que hay jugadores que nunca tienen una lesión y yo ya me rompí el cruzado, el menisco, el peroné y ahora esto. Son cosas que pasan y punto”. Portela recuerda la jugada, lo que no sabe bien es porque le sucedió. “Fue una pelota larga a la espalda del lateral, yo fui al cruce para cubrir el balón y protegerlo. No recuerdo que apoyara mal ni tampoco que pisara mal. Lo único que al tensar el tendón, éste dijera basta. En todo caso quiero volver a ver la jugada por si hubo algo más, pero no creo porque además estaba yo solo”. El domingo estaba bastante más desanimado, pero con el paso de las horas, lo lleva mejor: “Es que no quiero darle más vueltas. Ahora lo que pienso es en que la operación salga bien y empezar con la recuperación”. En principio, a falta de que el traumatólogo vea como está la zona, el tiempo de recuperación puede andar entre los siete u ocho meses. Una lesión nunca llega en buen momento, pero en este caso, Portela estaba teniendo un gran inicio de temporada, “Me encontraba muy bien y estaba disfrutando del día a día en los entrenamientos y muy cómodo en los partidos. Ahora me tocará animar al equipo desde fuera, ya que pienso que puede ser un gran año”. El centrocampista Manu Rodríguez fue otro jugador que también tuvo que pasar por el Hospital Universitario de Burgos. Aunque en su caso por un codazo que recibió de un rival y que le obligó a quedarse ingresado en observación. Al contrario que Portela, Manu no recuerda nada. “De la jugada y del golpe no me acuerdo. Lo primero que recuerdo es que ya en el banquillo que me encontraba mareado”, pero la cosa aún fue a peor, “al acabar el partido y ponerme de pie para ir hacía los vestuarios me encontré peor y fue cuando decidimos ir al hospital” y una vez allí “me realizaron varias pruebas, me dieron medicación y, cuando me despertaron a las once de la noche, ya me dijeron que me tenía que quedar en observación y que el equipo había salido para Ourense”. Afortunadamente, todo quedó en un susto y ayer por la mañana le dieron el alta y, junto al jefe de la expedición orensana, Ricardo Tokarski, emprendió el viaje de regreso. Hoy tendrá reposo y mañana le harán una revisión. Si todo va bien podría volver a entrenar. Él lo tiene claro: “En cuanto me digan que estoy bien ya me pongo a entrenar y pienso que no habrá problemas para que pueda estar para el sábado en Oviedo si el entrenador lo considera oportuno”. Y es que Manu Rodríguez, curtido en mil batallas, tiene claro que “aún me queda cuerda porque no soy de los que se apartan fácilmente”. Y para rematar el día, el delantero Amín también dejó el campo lesionado con un esguince de tobillo y está pendiente de pruebas, ya que ayer lo tenía muy hinchado, para conocer el alcance del golpe. Asimismo el defensa Ebuka fue expulsado y el Ourense CF, por tercera jornada consecutiva, volvió a terminar el partido con un jugador menos. Un día en el que lo mejor fue el punto conseguido.