El sábado se pone en marcha la Segunda B. Para el Sala Ourense, que sigue a medio hacer, se inicia el curso más incierto. Una plantilla corta, todavía sin cerrar y con poca experiencia. Estos son los condimentos con los que el conjunto ourensano tendrá que cocinar, al menos en el arranque, la temporada más complicada de partida.
Kike García, entrenador del equipo, reconoce que “la plantilla sigue abierta. Hemos perdido a medio equipo y estamos trabajando para completar la plantilla. Somos conscientes de que en Ourense y en este club es imposible fichar. No hay ni dinero ni jugadores”.
El técnico ourensano califica que la recién finalizada pretemporada se ha caracterizado “por los altibajos. Es lo que tiene trabajar con muchos jugadores nuevos y sin experiencia. Así, bajas el nivel de exigencia en los entrenamientos, es el peaje que nos toca pagar en estos momentos”. En todo caso, Kike García mira en positivo y reconoce que “esto es una carrera de fondo, no podemos volvernos locos, iremos mejorando con el paso de las jornadas”.
La derrota ante el CD Beade (3-1) el fin de semana sirvió para poner el punto y final a los amistosos. Álex adelantó al Sala Ourense, pero el conjunto pontevedrés le dio la vuelta al marcador antes del descanso, y amplió la renta en la continuación. Malas sensaciones, a pesar de dominar el inicio de partido y echar el resto en el tramo final.
Debut ante Vilalba
La liga arranca el sábado en Os Remedios. Cita desde las 19:30 ante el Vilalba. Duelo exigente para abrir boca, puesto que los lucenses “son uno de los equipos hechos para jugar el play off por el ascenso. Será una temporada complicada, no solo porque con nuestra juventud por el momento no estamos preparados, si no además por el potencial de los rivales. Lugo acaba de ascender y ha confeccionado una locura de equipo. Después, habrá varios como nosotros, y ahí es donde nos toca competir de inicio”.
