"Seguiré disfrutando del fútbol sala"

Nati Pacios puso fin a una trayectoria de 24 años en las canchas con última parada en un Cidade das Burgas al que continuará vinculada

Nati Pacios, una de las referentes del fútbol sala ourensano, ha decidido colgar las botas. Lo hace es lo más alto, entre la elite nacional y después de alcanzar con el Cidade das Burgas la permanencia por cuarta temporada consecutiva en la Primera división. Pone fin a una dilatada y exitosa trayectoria de 24 años en la que logró un histórico doblete con Club Deportivo Ourense en 1998, y más recientemente, en 2010, el ascenso a la máxima categoría con un Burgas al que vio nacer y crecer y al que seguirá vinculada.



¿Cuesta mucho dejar las canchas después de casi un cuarto de siglo dando patadas a un balón?

Sí, claro que cuesta, además porque a principio de curso no me había planteado que esta fuera mi última temporada. Según avanzaba la liga vi que no iba igual que antes, que no tenía las mismas sensaciones y con más problemas musculares. Me planteé la situación y di el paso. Creo que dejarlo cuando todavía estás en lo más alto es la mejor solución.



¿Se dejó asesorar o fue una decisión unilateral?

No se lo conté a nadie, y lo sentí y lo maduré. Se lo solté a Manolo (Codeso, su marido y entrenador del equipo) hace unos meses y no se lo tomó en serio pero hace un mes se lo volví a comentar ya que la decisión estaba tomada y era definitiva. Tal vez el año que viene me arrepienta pero si digo que lo dejo...



¿Y ahora qué?

En cuanto a lo de jugar mataré el gusanillo en pachangas y entrenamientos, por lo demás seguiré echando una mano al equipo, ayudaré en lo que haga falta. ¿Tándem con Manolo Codeso en el banquillo? En el banquillo estaré, pero de momento sólo ayudando. Como veis me echo a un lado pero no me voy muy lejos (sonríe).



¿Cuál es su mejor y su peor momento deportivo en estos 24 años?

El peor, sin duda el del descenso con Club Deportivo Ourense. El mejor, el año de los títulos, pero sobre todo el del ascenso con el Cidade das Burgas. Era una eliminatoria con el Bilbo, ganáramos de dos goles en Os Remedios y viajó un montón de gente al País Vasco para apoyarnos. Ganamos 2-5 y fue muy especial.



¿Se imaginaba que el Burgas llegaría a donde está, asentado con un grupo joven en Primera?

Era una meta pero no lo teníamos claro, sobre todo después de empezar por segunda vez de cero desde la desaparición del CDO. Detrás hay un trabajo muy grande aunque el secreto del éxito es que se trata, en todos los sentidos, de un club familiar. Por un lado, la maor parte de la gente del primer equipo está formada en nuestra base. Por otro, toda la gente se involucra en la organización del club. Si se logra que todo continúe igual este equipo seguirá teniendo un futuro muy prometedor, con jugadoras de 18 o 19 años que llevan cuatro años jugando en la elite.



Con tanta juventud en el campo, ¿se nota extraña?

Ana, la portera, cumplió el viernes 19 años y yo tengo 38. A veces puede resultar un poco complicada la convivencia y hay momentos en los que te sientes un poco desubicada pero la verdad es que lo llevé bastante bien. ¿En mis inicios? Las 'veteranas' en aquel momento eran Begoña y Enátali, y me llevaban dos años. Fue diferente.



Tener a su marido como entrenador tiene su aquel, ¿no?

Tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Manolo me conoce a la perfección y la confianza es total aunque también es cierto que a la hora de echar broncas en el campo yo me tengo llevado más que mis compañeras.



Con tanto fútbol sala en casa no es de extrañar que su hija Noa practique este deporte.

Tiene seis años y juega al fútbol sala exclusivamente porque disfruta con él. También practica la natación, y ya me dijo que el próximo curso quiere empezar también con la gimnasia. Si está ahí es porque le gusta. Además, llevo 13 años entrenando a escolares y los tres últimos en el equipo en el que está ella.



¿Y la madre, practica algún deporte más o entre jugar y entrenar no le queda tiempo para más?

No tengo mucho tiempo aunque me gusta el tenis o el ciclismo. Bueno, me gusta casi cualquier actividad deportiva. Ahora que dejo de jugar, seguiré disfrutando del fútbol sala, de otra manera pero seguiré disfrutando de él.

Te puede interesar