Sueños de Olimpia

'Spartakiadas', los Juegos para los comunistas

La instauración del Comunismo y la creación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas  (URSS) fue un proceso sangriento, en el cual el deporte no fue un factor importante al comienzo.

Se consideraba como "un vicio burgués", que potenciaba "el individualismo" y otros valores capitalistas. El profesionalismo, por supuesto, era un pecado en la biblia marxista-leninista.

Como contrapeso a los Juegos Olímpicos, la URSS creó en 1921 la 'Sportintern' o 'Red roja internacional'. Por medio de las 'Spartakiadas' se desarrolló un producto sucedáneo para países comunistas o simpatizantes, que se mantuvo vigente hasta 1937.

Stalin, uno de los mayores genocidas de la historia, decidió cambiar la estrategia y utilizar los Juegos como un medio para proclamar la superioridad del atleta soviético y la sociedad comunista.

La URSS se incorporó al movimiento olímpico en Helsinki 1952 y pronto se convirtió en una potencia.

Su enorme población -287 millones en 1989-, su estructura deportiva -5.000 escuelas de alto rendimiento- y el notable desarrollo del dopaje estatal no tuvieron más rival que Estados Unidos durante el siglo XX. Los atletas eran propiedad y un arma más del Estado.

EE.UU. boicoteó los Juegos de Moscú, en 1980. La URSS le devolvió el golpe en 1984, con Konstantin Chernenko en el poder. A última hora, para causar mayor  caos, y recuperando la olvidada 'Spartakiada'.

Lo llamaron 'Juegos de la Amistad'. Un evento alternativo y simultáneo al olímpico, desarrollado en varias sedes comunistas, entre el 1 julio al 16 de septiembre. En el mismo se batieron 48 récords mundiales, 37 más que en Los Ángeles. Fue el último pulso de la 'Guerra Fría'.

La 'Perestroika' con deporte  de Gorbachov

Hace unas semanas falleció Mijail Gorbachov, último presidente de la Unión Soviética, entre 1985 y 1991.

Para unos, fue un gran líder, consciente de que el Comunismo había fracasado -una vez más- y su país necesitaba un gran cambio. Para otros, un traidor que precipitó el derrumbe y división de la URSS.

Tres palabras definieron su mandato: "Uskoreniye" (aceleración), "Glasnost" (apertura) y la famosa "Perestroika" (reconstrucción). En este proceso de modernización y occidentalización, el deporte fue un poderoso instrumento.

Los pasos fueron planificados. Tras el boicot a los Juegos de Los Ángeles 84, la URSS accedió a participar en 1986  en los 'Juegos de la Buena Voluntad', junto al enemigo capitalista.

En 1987, la selección soviética de baloncesto viajo a EE.UU. y participó en un torneo amistoso junto al club NBA Milwaukee Bucks. La NBA devolvió el gesto en 1988 con una gira de los Atlanta Hawks por la Unión Soviétca.

1988 es el año en el que se permitió a los mejores deportistas fichar por clubes extranjeros. Toda una revolución, aunque bajo unas condiciones esclavistas.

El portero Rinat Dasáev fichó por el Sevilla. Arvidas Sabonis y Homicius por el Valladolid de ACB. Sharunas Marciulenis desembarcó en la NBA, que también invitó a Kurtinaitis a un concurso de triples. Igor Larionov y Vlacheslav Fetisov dejaron la selección de Hockey sobre hielo y se marcharon a la NHL. El atleta Sergei Bubka se mudó a Alemania y firmó un contrato con 'Nike'.

Gorbachov abrió las puertas y ya nadie las pudo cerrar. Los deportistas rusos dejaron de ser súbditos y rentabilizaron su talento. Con Vladimir Putin -enemigo de Gorbachov- su futuro es hoy una incógnita.

El importante papel de Ted Turner

Poco se ha destacado la labor del magnate de las comunicaciones estadounidense Ted Turner en la apertura de la URSS. Turner, exmarido de la famosa actriz Jane Fonda, fue clave en el fin de la 'Guerra Fría' con múltiples eventos deportivos. Para olvidar los mútuos boicots olímpicos de Moscú 80 y Los Ángeles 84, y reconciliar a ambos enemigos, se inventó los 'Goodwill Games' (Juegos de la Buena Voluntad). Un evento multideportivo e intercultural que congregó en Moscú a 3.000 deportistas invitados de 79 países entre el 5 y 20 de julio de 1986. Los Juegos, retransmitidos por su canal TBS, se repitieron cuatro ediciones más, hasta 2001. No tuvieron  gran repercusión pero cumplieron el objetivo de la distensión. Como propietario del club NBA Atlanta Hawks y gracias a sus contactos, Turner logró que su equipo fuese el primero en realizar una gira por la URSS en 1988. También fue de los pioneros en fichar a jugadores soviéticos, con Alexander Volkov. Millonario y filántropo, su trabajo fue clave para el fin de la 'Guerra Fría' y un mundo mejor.

Un mundo feliz

Con motivo de los Juegos Olímpicos de Moscú 1980, el gobierno editó un libro sobre sus logros deportivos. Un evidente panfleto de propaganda sobre un mundo feliz asentado sobre una planificada y gigantesca estructura. Comenzaba en los colegios, continuaba en clubes, distritos y campamentos de verano, especializándose en los centros de Alto Rendimiento. Se declara sin complejos su inspiración y objetivo militar, así como la fuerte carga ideológica. Una joya descatalogada para entender los cimientos de la URSS.

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