Los de Diamantino Vraz, muy mermados de efectivos, caen ante un Estradense que no fue mejor que los rojillos
El Verín no tiene ni suerte. Es la mejor definición del partido que perdió ante el Estradense, pero en el que no mereció irse de vacío.
Porque los verinenses llegaban al partido muy mermados de efectivos, con tres juveniles en la convocatoria y un portero cadete. Con el cuerpo técnico que encabeza Diamantino Vraz que, una semana más sigue dirigiendo a sus chicos desde la grada y con la moral, casi por los suelos.
A mayores, tenían un rival enfrente de los que tienen que pelear por los puestos de ascenso. Total, todo en contra.
Pero dicen que las penurias a veces ayudan a unir esfuerzos. Pues esto pasó ayer en el José Arjiz.
Porque los jugadores verinenses dieron una lección de pelea, lucha y entrega por unos colores.
Y eso que el partido no se le pudo poner peor. A los cinco minutos una falta directa que sacó el veterano Manuti, se coló por la escuadra de la portería de Jorge Salgado.
Sin embargo el Verín no se vino abajo, sino todo lo contrario. Cierto es que casi tiene imposible ganar un partido por que no tiene gol, pero no es menos cierto que de no ser por el tanto encajado de falta directa, el Estradense apenas inquieto a un Verín que corría por cada pelota como si le fuera la vida en ello.
Y todo con una alineación en la que, los delanteros juegan de defensas, los juveniles jugaron viernes, sábado y domingo y la plantilla se ve cada semana que pasa con menos efectivos.
Por cierto, parece ser que esta semana pueden llegar unos refuerzos que Diamantino pidió hace un mes cuando llegó. Pese a todo, siguen dando la cara... los que quedan.
