Iago Garrido, Xurxo Bouzo y Diego Soto disputarán su cuarta final, siempre con el Verín
La vida los unió a través del fútbol. En el Verín encontraron las mieles del éxito. Se resisten a colgar las botas Iago Garrido, Xurxo Bouzo y Diego Soto que disputarán el sábado en O Couto su cuarta final, en la que estos tres viejos rockeros esperan levantar su tercera Copa Diputación. Todas con el Verín.
"Aparte de ser tres viejos rockeros en el campo fuera de él también ya que hace unos días fuimos a ver el concierto de Andrés Calamaro, en Santiago (risas). Es un placer haber compartido tantos años jugando juntos. Como personas, somos amigos para toda la vida y quedan ahí", dijo Iago Garrido, que el jueves soplará 35 velas.
Con los mismos años está Diego Soto, que tras dejar el Ourense, "con 21 años desembarqué en Verín, (si bien tuvo un pequeño paso por Lemos y Arenteiro) donde siempre me han tratado bien. Este año me volvieron a convencer para que volviera y aunque uno a veces toma la decisión de dejarlo, hay momentos en que uno puede cambiar de opinión. Creo que este será el último partido en la que es mi segunda casa".
El más veterano de la actual plantilla es Xurxo Bouso, con 36 años y si bien han pasado muchas temporadas en la entidad verinense, "es un poco nuestra casa y desde luego la final va a ser muy especial. La primera Copa ganada fue ante el Arenteiro y aunque en la segunda no pude actuar por una lesión, igualmente me sentí partícipe del equipo".
El lunar que les queda a los tres fue la final perdida, en Xinzo, ante el Ourense B, la que volverá a repetirse nueve años más tarde. "Aquella se nos escapó al final, en los últimos minutos ante un filial que tenía un gran equipo. Competimos hasta los últimos instantes, pero no pudo ser".
El larguirucho Iago Garrido reconoce que "en esta final tengo aún más ilusión porque será la última que juegue con ellos, que son gente importante en mi vida".
Para Diego Soto el enfrentarse otra vez al filial rojillo en una final "será un partido totalmente nuevo, pero con dos equipos de gran rivalidad en varias categorías. Ellos están en una etapa de formación", dijo.
Xurxo Bouso recuerda que en la misma semana, antes de aquella final ante el Ourense B se había producido la marcha del entrenador Luis Alberto. "No es muy habitual que se cambie de técnico a final de temporada, pero suplimos un poco esa desestabilización que había en el club con mucha ilusión".
Esta temporada los tres jugadores afrontaron una experiencia única en la Primera autonómica. "Salvo alguna excepción, la inmensa mayoría nunca había jugado en esta categoría que fue muy complicada. Nos costó sangre, sudor y lágrimas. Por la grandeza de esta plantilla se logró el ascenso y ahora tenemos la oportunidad de ponerle el broche a esta temporada", comenta Iago Garrido.
"Mi hijo Roque, el talismán"
Diego Soto se refirió a la Primera autonómica , "como una categoría más donde mi nivel está para jugar en ella (sonríe), pero me sorprendió un poco al ser más competitiva de lo que pensaba, por eso la temporada se hizo muy larga. La Copa es otro estímulo tras el ascenso, pero será muy difícil ya que el rival es de superior categoría".
Roque, el hijo pequeño de Iago Garrido "es un poco un talismán para el equipo. Coincidió en dos partidos clave para nosotros. En Oira, ante el Ponte donde me cambiaron en los últimos minutos, me lo traje al banquillo y Xurxo marcó, y el más dramático en la penúltima jornada al empatar en el campo del Nogueira con un penalti en el último minuto".
Xurxo, autor de varios goles importantes y formado en la base del Ourense donde coincidió con Diego Soto, "y llegue a estar cuatro temporadas en el primer equipo. Por eso, volver a jugar en O Couto siempre tiene un aroma especial e intentaremos llevarnos la Copa que sería fantástico tras ascender".
