El Sala Ourense continúa sin dar con la tecla. La pasada jornada no parecía el rival más propicio para el tan necesario cambio de dinámica, máxime cuando en el minuto 28 de su cita en casa del líder Guardo caía por 6-2, pero el equipo de Óscar Vivián reaccionó y estuvo a punto de rescatar un punto. “Nos lastró demasiado el inicio de la segunda parte, en la que hicimos unos minutos horrorosos (encajaron tres goles). Me quedo con la muy buena primera parte y con la reacción de después, cuando parecía que todo estaba perdido”, señala el técnico.
No rendirse, eso es lo que le toca a un conjunto que de los últimos 30 puntos en juego solo ha sumado cinco. “Es cierto que el mes de diciembre, con tantas bajas (covid y lesiones), nos hizo mucho daño, pero no trato de buscar excusas porque considero que igualmente deberíamos haber sacado más rendimiento no solo a una muy buena plantilla, sino también a un grupo trabajador. Sé que los chavales están haciendo un esfuerzo enorme, lo veo en cada entrenamiento, pero nos falta traducirlo después en los partidos. Estamos un poco blanditos en defensa, empezaremos por ahí, porque lo que es actitud no hace falta exigir, la están demostrando”, añade Vivián, quien asegura que “saldremos adelante, seguro. Cuanto peor están las cosas más hay que apretar el culo, y eso es lo que haremos”.
El domingo visita el Pazo el colista Narón en un duelo en el que no está permitido fallar. “Necesitamos cambiar la dinámica y en casa y ante el colista, por mucho que tengan a Jacobo, uno de los mejores jugadores de la categoría, tenemos que ganar”.
