DEPORTE

Calcio storico, una cita deportiva única en el centro de Florencia

Florencia acoge este torneo cada año a finales de junio. Miles de personas se congregan en la Plaza de Santa Croce para disfrutar de una cita deportiva única. 

La fuerza convertida en espectáculo. El honor de la victoria por encima de las formas y una única norma: no hay reglas. El calcio storico o florentino, es uno de los deportes más antiguos que existen y una de las grandes citas deportivas de la ciudad italiana de Florencia. Sus comienzos se remontan al siglo XVI y, a pesar de que se intentó suprimir a lo largo de estos más de 400 años, aún perdura con las reglas intactas.

Cada año, a finales de junio, cuatro barrios en representación de cuatro iglesias, se juntan para discernir cuál de ellos se lleva el honor del triunfo con la disputa de un torneo de un deporte que mezcla cosas de rugby, fútbol, boxeo y lucha grecorromana. El punto de encuentro es la Plaza de Santa Croce, donde se ubica el terreno de juego. Los calciantis,- jugadores del calcio-, luchan por la gloria de su barrio. El objetivo, como en el fútbol, hacer goles. Para ello el balón, en el pasado era un amasijo de trapos, debe ser introducido en un agujero situado en el fondo del campo en el que se tiene que atacar. Cada gol suma dos puntos, cada intento fallado es medio punto para el oponente.

Cada uno de los 27 jugadores de los que se compone cada equipo lo dan todo por el prestigio de su equipo y de sus compañeros. Se baten en la arena contra sus contrincantes en los 50 minutos de duración de cada uno de los choques. Los ocho colegiados que dirigen cada partido se encargan de indicar cuándo se suman puntos y evitar que los diferentes calciantis den golpes bajos a sus rivales, una de las pocas cosas no permitidas.

No hay premio económico para el ganador

Raramente los participantes abandonan el rectángulo durante el partido, salvo que tengan que ser llevados por los servicios médicos al hospital. No suele ser raro las imágenes de jugadores que salen inconscientes o sangrando abundantemente del terreno de juego. El honor en su barrio es más pesado que las heridas causadas en el enfrentamiento. El premio, que no es económico, es un manjar que tiene lugar tras la disputa de la final en las calles de Florencia.

Cuatro barrios divididos por colores. Los azules de Santa Croce, los blancos de Spirito Santo, los verdes de San Giovani y los rojos de Santa María Novella, que pelean por el honor de los suyos y que no tienen dudas en golpear por lograr la victoria. Médicos, abogados, pintores, profesionales del deporte, todos reunidos por una cita inigualable y única. Un espectáculo para los habitantes de esta ciudad italiana que no dudan en vestir los colores de su barrio para animar y acompañar a sus vecinos en estos duros enfrentamientos.

Sólo Mussolini pudo impedir temporalmente este deporte en el que el honor de la victoria supera a cualquier dolor. No se abandona, no se lamenta, no hay amigos, no hay piedad. Se compite, se deja todo en el campo. Por un color, por un barrio, por los tuyos. El calcio storico, el fútbol más primitivo, uno de los símbolos de una ciudad, Florencia, que se reúne para buscar a los mejores gladiadores modernos en busca de una gloria diferente a la de sus rutinas. Triunfo y honor.

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