Cerca del 40 por ciento de los atletas compite por primera vez y sólo 24 han participado en todas las ediciones
Asentada desde hace ya unos años como una de las carreras populares con mayor participación de toda Galicia, la Vig-Bay celebrará este domingo su decimoctava edición con unas cifras mareantes que ya han crecido y, probablemente lo harán más con la llegada del último deportista a la meta de Baiona.
La media maratón que une Vigo y Baiona, pasando por Nigrán, cerró el plazo de inscripción diez antes de la disputa de la prueba al cubrir las 5.000 plazas establecidas por la organización como cupo máximo para garantizar tanto la seguridad como la comodidad de los participantes.
De los inscritos, una amplia mayoría siguen siendo hombres (el 83,99 por ciento), mientras que las mujeres alcanzan en esta edición el 16,01 por ciento.
Cerca del cuarenta por ciento de los inscritos (38,69%) participa por primera vez en la Vig-Bay, mientras que un 42,44 por ciento repiten de la pasada edición y el 18,87 por ciento han corrido la prueba varios años, aunque sólo 24 deportistas han participado en todas las ediciones que se han celebrado desde su creación en el año 2000.
La media maratón incluye todas las categorías de mayores de edad, hasta veteranos de más de 70 años en hombres veteranas de más de 60 años en mujeres.
En este sentido, el hombre de más edad que participa en esta decimoctava edición nació en el año 1935 y tiene 81 años, aunque cumplirá 82 en agosto. En mujeres, la mayor en la línea de salida tendrá 64 años (65 en octubre) y disputará por undécima vez la Vig-Bay.
En cuanto a los jóvenes, el de menor edad en categoría masculina tiene 17 años y cumple los 18 a finales de abril, mientras que la mujer más joven nació también en 1999 y cumplirá los 18 en mayo.
En la carrera Vigo-Baiona la mayor parte de los atletas serán de nacionalidad española (el 89,90 por ciento), pero un 10,10 por ciento proceden de otros 25 países como Portugal, Francia, Alemania, Reino Unido, Bélgica, Angola, Namibia, Italia, Suiza, Noruega, Australia, Bolivia, Irlanda o Venezuela. Nada menos que tres continentes estarán representados en la prueba: Europa, África y América.
De los participantes españoles, la gran mayoría son gallegos (82,17 por ciento) y, por provincias, sigue ganando Pontevedra (50,46 por ciento), por delante de A Coruña (19,12%), Ourense (8,70%) y Lugo (3,89%). Más allá del Padornelo, destaca la presencia de deportistas de Madrid (3,51%), Asturias (3,42%), León (0,96%), Valladolid (0,63%) y Barcelona (0,55%), aunque también habrá representantes de Salamanca, Zamora y otras provincias.
Aunque se trata de una prueba multitudinaria, la Vig-Bay no deja de ser una media maratón, una carrera dura que exige una cierta preparación y de ahí que, por edades, el grupo mayoritario sea el que va de los 30 a los 45 años, con cerca de un sesenta por ciento (58,66%).
Sin embargo, en esta edición han crecido otros dos tramos de edades: el que va de los 45 a los 60 años, que llega al 27,49%, un cinco por ciento más que el año pasado, y el mayores de 60, que alcanza el 2,53% de los participantes, un 0,5 por ciento más que en 2016.
Para esta edición, además de los atletas que compiten individualmente, se han constituido 120 equipos y la prueba vuelve a abrirse a las categorías con diversidad funcional, que tendrán 15 participantes: 7 en handbike, 6 en triciclo y 3 en joelette.
Además, habrá liebres para marcar el ritmo a los atletas que quieran hacer un tiempo de alrededor de 1h30, 1h40, 1h45 y 1h50.
La organización ha llegado a acuerdos con tres clubes de atletismo (Val Miñor, AVA y Celta), que se encargarán del avituallamiento y el reparto de bolsas en la meta. Más de 24.000 botellines de agua y 15.000 esponjas estarán a disposición de los deportistas en diferentes puntos del recorrido.
Para garantizar la seguridad de los deportistas, la Vig-Bay cuenta con más de 500 personas, entre voluntarios, personal sanitario y agentes de las policías locales de Vigo, Nigrán y Baiona, Guardia Civil, Protección Civil y la Axencia Xeral de Emerxencias Galegas (Axega). Nada queda al azar. n
