China cerrará cientos de campos de golf construidos sobre bosques y cultivos

Imagen de un campo de golf en Pekín (Foto: ARCHIVO EFE)
La Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo (CNRD), máximo órgano de planificación económica de China, ordenará en breve el cierre de cientos de campos de golf construidos tras la prohibición establecida en 2004 para proteger tierras cultivadas y bosques, informó hoy el oficial 'Global Times'.

El ente recibió el pedido de once altos organismos gubernamentales, que le facilitarán hacia finales de mes un listado con todos los campos de golf en actividad en el país.

Todos los centros para la práctica de ese deporte construidos sin autorización oficial antes de 2004 y los abiertos después de la prohibición de la Oficina General del Consejo de Estado serán cerrados.

El Gobierno chino tomó la decisión de suspender la construcción de campos de golf en 2004 para evitar la destrucción de tierras cultivadas y bosques, y advirtió que cualquier proyecto que tuviera más de la mitad de su superficie sobre sembradíos u ocupara tierras fiscales sería cerrado.

Sin embargo, la norma no fue acatada con rigurosidad ya que la cantidad de campos en funcionamiento se disparó de 170 antes de la prohibición a 600, según cifras de la Universidad Forestal de Pekín reveladas estos días.

Responsables de la administración pública encargada de estos proyectos dijeron días atrás que en los últimos siete años sólo se autorizaron oficialmente 10 nuevos campos, una excepción a la regla porque éstos se proyectaron en la isla tropical de Hainan, lugar que China quiere convertir en la meca del turismo de playa.

También se tuvo en cuenta a la hora de 'saltarse' esta prohibición el fuerte impulso que el golf tendrá a partir de 2016, año en el que, en Río de Janeiro, este deporte volverá a disputarse en unos Juegos Olímpicos.

En marzo de 2004 el Gobierno chino denunció la ilegalidad de prácticamente todos los campos de golf del país, y su Ministerio de Tierra y Recursos ordenó la paralización de obras para este deporte, una orden que sigue en vigor.

Las denuncias en aquel entonces señalaban que unos 2,53 millones de hectáreas de tierras de cultivo habían sido ilegalmente convertidas en suelo para otros usos, especialmente parques industriales y los comentados campos de golf.

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