El Madrid recibe el empate en Moscú en el minuto 93 en un partido disputado con temperaturas bajo cero

Clasificación congelada

El portugués Cristiano Ronaldo celebra con Arbeloa el gol del Real Madrid en Moscú. (Foto: S. ILNITSKY)
El Real Madrid tiró la victoria en el último minuto y se tuvo que conformar con el empate (1-1) ante el CSKA Moscú en el partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, disputado bajo cero.
Fue un partido a la italiana, con el 'General Invierno' en retirada, ya que las temperaturas no descendieron de los cuatro grados bajo cero, y un campo lleno a rebosar (más de 70.000 espectadores).

El CSKA golpeó primero con una internada del nigeriano Musa, cuyo centro fue rematado fuera por Dzagóev.

Al cuarto de hora se lesionó Benzema, que dejó el campo cojeando. Seguidamente, su sustituto, Gonzalo Higuaín, disparó desviado.

Con el paso de los minutos se impuso el juego del Madrid, que poco a poco consiguió el control absoluto del juego. Cerca de la media hora, un fallo de la defensa rusa en la salida del balón fue aprovechado por Higuaín para robar la pelota y cedérsela a Özil, que centró al corazón del área, donde se encontraba Khedira. El alemán no llegó, pero el balón le cayó a Cristiano Ronaldo, que no lo dudó y remató raso y duro con la izquierda sin que el guardameta local pudiera hacer nada.

En la segunda parte, el Real Madrid salió con la intención de cerrar el partido y la eliminatoria. Así, Callejón pudo haber marcado el segundo a los tres minutos de la reanudación. Después de recibir un magnífico pase de Cristiano, el español disparó incomprensiblemente fuera cuando lo más fácil hubiera sido centrar a Higuaín, que pedía el balón en el punto de penalti.

Doumbia rompió la defensa con velocidad, pero al llegar al borde del área se le nublaron las ideas y su disparo llegó mansamente a las manos de Casillas.

El entrenador local, Leonid Slutski, decidió introducir varios cambios para buscar el empate, ya que el Real Madrid empezaba a mostrar síntomas de cansancio, pero el CSKA nunca logró inquietar la portería.

El japonés Honda lo intentó a balón parado por dos ocasiones, pero no sorprendió a Casillas, que pasó inadvertido durante casi todo el partido.

Entonces, Mourinho decidió sacar a Kaká para recuperar el control del balón, justo cuando Cristiano Ronaldo pudo sentenciar el encuentro al encarar al portero ruso, que abortó el peligro con su valiente salida.

En la prolongación, un centro desde la derecha fue aprovechado por el sueco Wernbloom para empatar el partido. La eliminatoria se resolverá en Madrid.

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