La española Judith Rolo, subcampeona de Europa, es favorita para ganar medalla en los Mundiales de Paranatación de México, pero el asunto le preocupa poco porque su triunfo mayor lo logró hace tiempo en la carrera de la vida
La española Judith Rolo, subcampeona de Europa, es favorita para ganar medalla en los Mundiales de Paranatación de México, pero el asunto le preocupa poco porque su triunfo mayor lo logró hace tiempo en la carrera de la vida.
"Mis mejores oportunidades estarán en los 50 metros mariposa, es mi estilo favorito; cuando lo nado siento como si tuviera alitas", dijo en entrevista a Efe la joven de 27 años.
Rolo nació con una hipocondriplasia, consecuencia de lo cual sus huesos son más cortos y su estatura de 1.32 metros, pero se considera una persona normal que agradece por ser una de las mejores nadadoras del mundo en su categoría y llevar una vida feliz.
"Cuando estaba en el vientre de mi madre a ella le anunciaron que yo venía sin piernas, sin embargo los médicos se equivocaron. A los tres años entré en natación para prepararme para una cirugía de alargamiento de huesos que después no me hice y ahí empezó mi vida en el deporte", revela.
En Tenerife, donde vive, aprendió los cuatro estilos de la natación, pero un día abandonó la piscina, subió de peso hasta 58 kilos y necesitó regresar de adulta, lo cual le abrió el camino de las competiciones de nivel mundial.
"El gran salto lo di el año pasado cuando terminé quinta en 50 mariposa en los Paralímpicos de Río de Janeiro y alcancé un séptimo lugar en los relevos 4 por 50 metros mixtos", recuerda.
Es una velocista que también nada los 50 estilo libre y cree que en el deporte la clave está en la mente. "En ocasiones llega una señal de 'no puedo más' y ahí discuto con la mente, lo cual funciona si pienso en la recompensa de terminar bien los entrenamientos, decir 'lo hice' y luego irme a comer una comida rica.
Judith es técnico de laboratorio, veterinaria y monitora de natación, aunque en estos momentos de su vida está dedicada al deporte de alto rendimiento con la idea de llegar a los Paralímpicos de Tokio 2020. "Esto te tiene que gustar porque se necesita dedicación; si quieres descansar un sábado, no puedes, toca trabajar en la piscina. Por suerte disfruto mucho", comenta.
La nadadora de Tenerife posee una gran autoestima, reconoce que a veces se para cuando pasa delante de ella un chico guapo, pero prefiere los hombres inteligentes, alegres y con ganas de vivir porque para ella lo exterior de las personas vale poco.
"Soy selectiva, a veces llega uno y te dice, 'guapa, te apetece salir' y a ese no le hago caso. Me gusta que me conozcan primero. He tenido parejas y siempre me fijé más en el interior. No me interesa un guapo tonto, antipático y de mal humor porque merezco un hombre divertido", revela si le preguntan de su vida fuera del deporte.
Según su entrenador, José Luis Guadalupe, la clave de que Judith Rolo haya llegado a lo más alto en la natación es su disciplina y su perseverancia, algo admirable porque por su limitación física a veces sufre dolores y no se detiene por eso.
La española se entrena entre cuatro y cinco horas a la semana y es señalada con oportunidades de colocarse en medallas el martes en los 50 metros estilo mariposa. Ella quiere la presea porque sería la primera en Mundiales y significaría cumplir un sueño, sin embargo no le va la vida en ello porque hace años logro con su vida algo difícil de conseguir por la mayoría de los humanos, ser feliz.
"No soy religiosa, digamos que creo en un orden. Si ese orden se me aparece le diría gracias porque tengo una hermosa vida; ahora una de mis diversiones es escribir cuentos, leí todo Harry Potter y a Dan Brow y a veces invento historias sobre mis compañeros de equipo, pero no publiqué ninguna aún", confiesa.
Mientras supera el miedo de la página en blanco que suelen padecer los autores, Judith Rolo nada con el viento a favor. Ya está escribiendo su propio cuento fantástico y se siente cómoda en el personaje de campeona dentro del agua.
