Nadal se transformó en el Masters de Londres, donde únicamente claudicó ante el quíntuple campeón, Federer

Faltó el último paso

El español Rafael Nadal se transformó en el Masters de Londres, donde el año pasado acabó su participación sin ganar un set, para convertirse en esta edición en finalista y claudicar únicamente ante el campeón, el suizo Roger Federer.
Nadal, y sobre todo Federer, llegaron a la final sin haber perdido ningún partido en la primera fase, y en el caso del suizo sin haber cedido un solo parcial. Ambos hicieron estragos en el resto de los participantes, entre los que hubo dos que se despidieron de vacío.

El número uno del mundo tenía como objetivo mejorar su marca en este torneo, para el que se clasificaba por sexto año consecutivo, teniendo como mejor marca las semifinales del 2007. Su reto le obligaba a ser más competitivo en pista cubierta, donde este año pudo sacar provecho del duro trabajo en sus entrenamientos para perfeccionar el servicio.

Enfrente, Federer tenía claro que debía ofrecer un alto nivel en Londres para no sentir que se le escapaba una temporada que le castigó en muchas ocasiones. El helvético arrancó el torneo con cuatro títulos, los mismos conseguidos en 2009, pero con la sensación que había entrado en una etapa de mala fortuna al ver como se le escaparon cuatro finales, las de Shanghai, Toronto, Halle y Madrid, además de las semifinales de París-Bercy y Estados Unidos.

Federer lo dejó claro en la entrega de trofeos. 'Haber perdido este domingo en Londres no le quita nada de su magnífica temporada', dijo el suizo refiriéndose a Nadal, que ha conseguido formar parte de la exclusiva lista de siete jugadores de todos los tiempos capaces de completar el póquer de los cuatro Grandes al haber conquistado su primer Abierto de Estados Unidos, el único que le faltaba.

La jornada más especial y emotiva para los jugadores fue la primera, el domingo 21, cuando despidieron con palabras e imágenes al primer español que alcanzó el número uno del mundo, Carlos Moyà, que se retirará de la escena profesional en diciembre, a los 34 años.

Con tres nuevas caras respecto a 2009, pero sin el español Fernando Verdasco, el ruso Davydenko (campeón en la pasada edición) ni el argentino Juan Martín Del Potro terminó el segundo Masters que tuvo lugar en Londres, donde seguirá hasta 2012 y por el que pasaron este año 267.320 aficionados.

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