El alicantino derrota al murciano después de casi cuatro horas y jugará con Djokovic las semifinales de Australia

Ferrer levanta un partido imposible contra Almagro

David Ferrer celebra la victoria sobre Almagro en uno de los cuartos de final de Australia. (Foto: JOE CASTRO)
El español David Ferrer se aferró a la épica, al espíritu de supervivencia que delata su carácter sobre la pista y salió airoso del trance al que le sometió su compatriota Nicolás Almagro (4-6, 4-6, 7-5, 7-6 y 6-2) para regresar a las semifinales del Abierto de Australia y medirse al número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic, que no se dejó sorprender por el checo Tomas Berdych (6-1, 4-6, 6-1 y 6-4).
Será la decimoquinta ocasión en la que Ferrer y Djokovic se enfrenten. En nueve ocasiones ganó el serbio. Entre ellas, en las cuatro que coincidieron en un Grand Slam. Dos fueron precisamente en Australia. Ambas en cuartos. La más reciente el pasado año.

Tuvo el partido en la mano Almagro. Con dos sets de ventaja sirvió en tres ocasiones para cerrar el encuentro, ganar y superar por primera vez en su carrera en 13 partidos a Ferrer. No dispuso de 'match point' alguno el murciano pero tuvo el saque con 5-4 en el tercer set y 6-5 en el cuarto.

Almagro, tocado físicamente en el tramo final, fue presa de la presión. Del miedo a ganar. Del pavor al éxito.

Nicolás Almagro ya tiene otra pesadilla que añadir a la de Praga, en la final de la Copa Davis, cuando fue superado por el checo Stepanek con el título en juego. Tardará también en olvidar la del Rod Laver Arena.

'Ganar este partido ha sido un milagro. Nicolás (Almagro) ha tenido muchas opciones de vencer. Ha sido increíble', dijo Ferrer tras acabar el partido, que se prolongó durante tres horas y 44 minutos.

El sufrimiento que padeció Ferrer lo tuvo Djokovic en octavos, ante el suizo Wawrinka. No fue tanto el trabajo que le dio el checo Tomas Berdych, aunque alargó el partido a cuatro sets.

Es el serbio la bestia negra de muchos jugadores del circuito. También de Berdych, que encajó la duodécima derrota con él. Solo ha sido capaz de ganarle en hierba, en Wimbledon, en la única ocasión en la que alcanzó una final del Grand Slam, que perdió ante el español Rafael Nadal en el 2010.

Tomas Berdych alentó sus posibilidades en el segundo set. Djokovic se tomó un respiro y el checo encontró un aliado en su servicio. Rompió el del serbio y fue capaz de igualar el partido.

Fue un espejismo para el checo, sometido después a la reacción contundente del número uno del mundo, que busca la tercera corona consecutiva en Melburne.

Menos emociones advierte el cuadro femenino, condenado a la dictadura de las grandes favoritas. El rodillo es un hábito para Maria Sharapova. La segunda favorita ganó con claridad a la rusa Makarova (6-2 y 6-2).

Los torneos de dobles también vislumbran sus aspirantes. Los españoles Marcel Granollers y Marc López, los campeones del Masters, alcanzaron las semifinales al vencer al dueto formado por el brasileño Thomaz Bellucci y el francés Benoit Paire (6-3 y 6-1).

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