David Ferrer alcanzó los cuartos de final del torneo de Wimbledon al imponerse al argentino Juan Martín Del Potro por 6-3, 6-2 y 6-3 en una hora y 58 minutos. El español jugará ahora contra el escocés Andy Murray, eterno semifinalista del Grand Slam sobre hierba (las tres últimas ediciones ha caído en el partido previo a la final).
'He jugado muy bien y van a ser mis primeros cuartos de final. Es muy difícil batir a Murray en cualquier superficie, pero en hierba quizá un poco más, intentaré hacerlo lo mejor posible', señaló el séptimo cabeza de serie del torneo.
Ferrer dominó desde el inicio un encuentro que comenzó con casi una hora de retraso debido a la lluvia, que obligó a la organización de Wibledon a cerrar la cubierta retráctil de la pista central, una estructura de 5.200 metros cuadrados y 1.000 toneladas que tarda bastantes minutos en desplegarse.
Bajo techo y ante cerca de 15.000 espectadores, el español y el argentino apelaron a su potencia en los primeros juegos. Quizá porque conocía las armas de su rival, Ferrer supo marcar el primer punto de inflexión del partido en el cuarto juego (3-1), cuando se impuso al resto y adquirió una ventaja en la primera manga que resultó insalvable para el argentino.
Del Potro saltó a la pista en la segunda manga conjurado para imponerse al saque y arrinconar al español en los intercambios. Pero el de Jávea echó mano de su experiencia y sangre fría para desquiciar a su rival al resto a base de cambios de dirección y bolas a la línea.
De nuevo, tras un juego de casi diez minutos, Ferrer se hizo con el servicio del argentino para ponerse 3-2 por delante en el segundo set, una ventaja que dejaba a Del Potro casi sin margen de maniobra y desataba sus nervios.
LA TERCERA MANGA
Impreciso, el noveno tenista del mundo dejó escapar de nuevo su servicio al final del segundo set y se plantó en una tercera manga en la que la inercia ganadora de Ferrer parecía haberle condenado de antemano.
Los nubarrones sobre el futuro de Del Potro en su quinta participación en Wimbledon se concretaron al imponerse el alicantino de nuevo al resto para ponerse 4-3 en el último parcial y dirigirse con paso firme hacia cuartos de final, ronda en la que le espera un Murray convencido este año de que puede plantarse en la final ante sus aficionados.
Ferrer dominó desde el inicio un encuentro que comenzó con casi una hora de retraso debido a la lluvia, que obligó a la organización de Wibledon a cerrar la cubierta retráctil de la pista central, una estructura de 5.200 metros cuadrados y 1.000 toneladas que tarda bastantes minutos en desplegarse.
Bajo techo y ante cerca de 15.000 espectadores, el español y el argentino apelaron a su potencia en los primeros juegos. Quizá porque conocía las armas de su rival, Ferrer supo marcar el primer punto de inflexión del partido en el cuarto juego (3-1), cuando se impuso al resto y adquirió una ventaja en la primera manga que resultó insalvable para el argentino.
Del Potro saltó a la pista en la segunda manga conjurado para imponerse al saque y arrinconar al español en los intercambios. Pero el de Jávea echó mano de su experiencia y sangre fría para desquiciar a su rival al resto a base de cambios de dirección y bolas a la línea.
De nuevo, tras un juego de casi diez minutos, Ferrer se hizo con el servicio del argentino para ponerse 3-2 por delante en el segundo set, una ventaja que dejaba a Del Potro casi sin margen de maniobra y desataba sus nervios.
LA TERCERA MANGA
Impreciso, el noveno tenista del mundo dejó escapar de nuevo su servicio al final del segundo set y se plantó en una tercera manga en la que la inercia ganadora de Ferrer parecía haberle condenado de antemano.
Los nubarrones sobre el futuro de Del Potro en su quinta participación en Wimbledon se concretaron al imponerse el alicantino de nuevo al resto para ponerse 4-3 en el último parcial y dirigirse con paso firme hacia cuartos de final, ronda en la que le espera un Murray convencido este año de que puede plantarse en la final ante sus aficionados.
