El preparador Gerardo Izaguirre se adapta al Celta con mucho trabajo y ‘piques’ con Iago Aspas

Física con química

Izaguirre dirige una de las sesiones de trabajo en A Madroa. Foto: vicente
El pasado 6 de junio, el Celta vencía al Alavés en Balaídos y, de paso que aseguraba la permanencia, dejaba sentenciado al Alavés de Gerardo Izaguirre, ahora preparador físico celeste. Aquel día, el héroe vigués fue Iago Aspas: ‘Lo primero que le dije es que iba a correr más que nadie’, comenta entre bromas el nuevo integrante del cuerpo técnico celeste.
Gerardo Izaguirre es otra de las nuevas adquisiciones del Celta para la temporada entrante. El preparador físico vasco sabe que la pretemporada es su momento, cuando sus órdenes sobre el campo son más atendidas incluso que las del técnico. Y él asume el mando silbato en mano, gesticulante, marcando los recorridos que prepara para sus pupilos. Tras pasar por clubes como Logroñés, Hércules, Rayo, Nástic o Xerez, aterriza en Vigo procedente del Alavés, el equipo de su ciudad de adopción —nació en Mondragón— al que vio descender a Segunda B la campaña pasada. Y el tiro de gracia lo recibió, precisamente, en Vigo. ‘La verdad es que no tengo muy buenos recuerdos de aquí. Con el Nástic, hace dos temporadas, nos empataron casi en el minuto 90 —el 86, con tanto de Rubén— por un fallo del portero Roberto. Y en junio, con el Alavés, perdimos también en el descuento. Los dos últimos viajes son de ingrato recuerdo’, asume. De su bonhomía habla el hecho de que bromee sobre el protagonista de aquel desastre para el Alavés, Iago Aspas. ‘Lo primero que le comenté fue que iba a correr más que nadie. Él me contestó que no había problema si era con balón y le dije que le pondría uno bajo el brazo’, narra con buen humor. Sin excesos de forma, Izaguirre se reconoce feliz con los primeros días en su nuevo puesto de trabajo. ‘Llevaba tiempo con un entrenador y aquí me he encontrado un grupo de trabajo nuevo que me ha abierto los brazos. El ambiente es muy cordial y así es fácil’, reseña el preparador físico. Las intensas jornadas de trabajo de la pretemporada llenan la mente del responsable de que los futbolistas célticos estén al nivel físico necesario. ‘Estos días son una introducción y después en Melgaço se realizará un trabajo un poco más específico’, relata. El Celta lo ocupa.

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