Los Angeles Lakers tocaron fondo esta temporada con una humillante derrota a domicilio por 123-87, la peor en su historia frente a Los Angeles Clippers, que se bastaron con un espectacular Blake Griffin para poner tierra de por medio en el primer cuarto.
El partido se le escapó pronto de las manos. A pesar del potente comienzo de los locales, con un 20-9 en una serie de 9/11 en tiros, anotados principalmente por Griffin y J.J. Redick, de vuelta tras su lesión en la mano, los de púrpura y oro respondieron con un parcial de 2-12 para acortar la renta (22-21) .
Sin embargo, en cuanto el español se sentó en el banquillo tras cometer su segunda personal, el equipo de Mike D'Antoni se desmoronó de forma abrumadora y se deshizo como un azucarillo en manos de Griffin, que acabó el primer cuarto con 18 puntos y dejó a los suyos con 20 de ventaja (43-23) poco antes del final del periodo.
Los locales no se conformaron y salieron a la pista en la segunda parte oliendo sangre para superar los 30 de ventaja (87-56), dejando a los Lakers en 4 puntos durante los 8 primeros minutos de un tercer periodo en el que desapareció cualquier atisbo de lucha y entrega entre los jugadores de D'Antoni.
Los últimos 12 minutos siguieron siendo una pesadilla absoluta para el conjunto 16 veces campeón de la NBA, que llegó a ir 43 abajo (116-73) y dejó una imagen de hundimiento sin parangón.
Sin embargo, en cuanto el español se sentó en el banquillo tras cometer su segunda personal, el equipo de Mike D'Antoni se desmoronó de forma abrumadora y se deshizo como un azucarillo en manos de Griffin, que acabó el primer cuarto con 18 puntos y dejó a los suyos con 20 de ventaja (43-23) poco antes del final del periodo.
Los locales no se conformaron y salieron a la pista en la segunda parte oliendo sangre para superar los 30 de ventaja (87-56), dejando a los Lakers en 4 puntos durante los 8 primeros minutos de un tercer periodo en el que desapareció cualquier atisbo de lucha y entrega entre los jugadores de D'Antoni.
Los últimos 12 minutos siguieron siendo una pesadilla absoluta para el conjunto 16 veces campeón de la NBA, que llegó a ir 43 abajo (116-73) y dejó una imagen de hundimiento sin parangón.