El Real Madrid le quitó el reinado de la Copa del Rey al Barcelona en Málaga, donde había ganado en las dos anteriores ocasiones, y se proclamó campeón al vencer (76-77), en un partido muy emocionante, que se decidió en los últimos diez segundos con una canasta de Llull ante un equipo azulgrana que logró remontar siete puntos en apenas dos minutos.
El Real Madrid con esta victoria deshace el empate a 23 que mantenía en la Copa del Rey con el Barcelona, que defendía el título.
Errores, miedo, responsabilidad. El encuentro comenzó con defensas muy agresivas por parte de ambos equipos, que propiciaban lanzamientos excesivamente precipitados, aunque el Real Madrid en los primeros minutos parecía más entonado con el trabajo ofensivo de Rudy Fernández y de Nikola Mirotic, acertados desde la línea de triples 4-8.
El Barcelona proseguía con su sistema de rotaciones y se fue entonando poco a poco, sobre todo en ataque. Esto propició que adelantara por primera vez a su adversario en el marcador 15-14, minuto 9.
No le hacían falta los puntos de Navarro, cero en el primer cuarto, y con Lorbek y Tomic, seis cada uno, le bastaba para irse con una renta, mínima, pero que servía para situar los cimientos 17-16.
Un 27-24, en el minuto 15, fue la renta máxima de los azulgranas, absorbida seguidamente por el Real Madrid, que no tenía a un jugador sobresaliente, quizás Sergio Rodríguez, que apuntaba y dirigía, pero todos aportaban. Ese trabajo de equipo dentro y fuera le ocasionó situarse 28-31, en el minuto 16.
Navarro, desaparecido con tres puntos, un tiro libre y una canasta de dos, aguardaba plácidamente tras el descanso 42-38. El internacional azulgrana seguía con su sequía y en el otro bando cogió el mando y la responsabilidad de anotar Rudy Fernández, que con dos triples y una canasta de dos encendió a su equipo 47-51, minuto 24. El Barcelona sumido en un letargo defensivo pasaba por sus peores momentos Pero la distancia no era insalvable.
El último cuarto iba a decidir el Campeón de la Copa. El Barcelona había entrado en bonus faltando siete minutos para la conclusión del encuentro.
El Madrid dirigido por Sergio Rodríguez, se desperezaba (64-68) y a continuación un inconmensurable Mirotic clavaba un triple, que podría ser ganador 64-71, en el 38.
Dos minutos y una ventaja considerable, pero el Barcelona forzó hasta la extenuación, con un triple de Oleson y una canasta de Huertas, y logró situarse a 23 segundos del final a dos puntos 73-75. En el ataque posterior, Rodríguez, perdió el balón y Oleson logró empatar a 75 con un tiro libre (76-75), restando apenas 8 segundos.
El Madrid estaba noqueado, pero Sergio Llull, se fue a una esquina, recibió el balón, dio dos pasos y lanzó de dos consiguiendo la canasta ganadora (76-77), a falta de una décima.
Errores, miedo, responsabilidad. El encuentro comenzó con defensas muy agresivas por parte de ambos equipos, que propiciaban lanzamientos excesivamente precipitados, aunque el Real Madrid en los primeros minutos parecía más entonado con el trabajo ofensivo de Rudy Fernández y de Nikola Mirotic, acertados desde la línea de triples 4-8.
El Barcelona proseguía con su sistema de rotaciones y se fue entonando poco a poco, sobre todo en ataque. Esto propició que adelantara por primera vez a su adversario en el marcador 15-14, minuto 9.
No le hacían falta los puntos de Navarro, cero en el primer cuarto, y con Lorbek y Tomic, seis cada uno, le bastaba para irse con una renta, mínima, pero que servía para situar los cimientos 17-16.
Un 27-24, en el minuto 15, fue la renta máxima de los azulgranas, absorbida seguidamente por el Real Madrid, que no tenía a un jugador sobresaliente, quizás Sergio Rodríguez, que apuntaba y dirigía, pero todos aportaban. Ese trabajo de equipo dentro y fuera le ocasionó situarse 28-31, en el minuto 16.
Navarro, desaparecido con tres puntos, un tiro libre y una canasta de dos, aguardaba plácidamente tras el descanso 42-38. El internacional azulgrana seguía con su sequía y en el otro bando cogió el mando y la responsabilidad de anotar Rudy Fernández, que con dos triples y una canasta de dos encendió a su equipo 47-51, minuto 24. El Barcelona sumido en un letargo defensivo pasaba por sus peores momentos Pero la distancia no era insalvable.
El último cuarto iba a decidir el Campeón de la Copa. El Barcelona había entrado en bonus faltando siete minutos para la conclusión del encuentro.
El Madrid dirigido por Sergio Rodríguez, se desperezaba (64-68) y a continuación un inconmensurable Mirotic clavaba un triple, que podría ser ganador 64-71, en el 38.
Dos minutos y una ventaja considerable, pero el Barcelona forzó hasta la extenuación, con un triple de Oleson y una canasta de Huertas, y logró situarse a 23 segundos del final a dos puntos 73-75. En el ataque posterior, Rodríguez, perdió el balón y Oleson logró empatar a 75 con un tiro libre (76-75), restando apenas 8 segundos.
El Madrid estaba noqueado, pero Sergio Llull, se fue a una esquina, recibió el balón, dio dos pasos y lanzó de dos consiguiendo la canasta ganadora (76-77), a falta de una décima.
