El Real Madrid salió derrotado de su visita al Levante en un partido que afrontó con diez jugadores desde la recta final de la primera parte por expulsión de Khedira y en el que no pudo con el orden de un buen rival, que no desaprovechó su ocasión.
Sin Cristiano Ronaldo y con las novedades de Kaká y Khedira, el Real Madrid pronto se hizo con el mando el partido y se volcó sobre la meta del Levante, que vio como se le anulaba un gol a Benzema por fuera de juego a los ocho minutos.
Sin embargo, a la media hora de juego, el Levante le perdió el exceso de respeto al Real Madrid, logró liberarse de la fuerte presión inicial de los visitantes y buscó más el campo contrario.
A pesar de su superioridad, el Madrid vio como se le complicaba el partido a cinco minutos de llegar al descanso, en una jugada que se convirtió en clave. Fue una tangana entre ambos equipos que se saldó con un rosario de tarjetas, entre las que destacó la segunda amarilla para Khedira, por empujar a Ballesteros mientras éste le recriminaba a Di María que permaneciese tumbado sobre el campo, lo que dejó al Madrid con diez y con toda la segunda parte por disputarse.
Tras el giro que dio el partido con la expulsión de Khedira, Mourinho recurrió a Cristiano desde el inicio de la segunda parte y retiró del campo a Benzema y poco tiempo después quitó a un ineficaz Kaká para darle más consistencia a su ataque con la inclusión de Higuaín.
Sin embargo, el Levante aprovechó su superioridad numérica para sacudirse el dominio del Real Madrid de la primera parte. Además, el centro del campo madridista, liderado por Xabi Alonso, no lograba ponerle orden a un partido que se le empezaba a poner cuesta arriba al Real Madrid.
Llega el 1-0
Así, a los 67 minutos, en una de las llegadas levantinistas, Koné batía a Casillas desde dentro del área después de una buena jugada por la banda de Javi Venta.
Con el gol, el equipo de Juan Ignacio Martínez mantuvo el orden en defensa a la espera de lanzar algún certero contragolpe ante un rival sin respuesta ni ideas para superar el entramado táctico local.
En el tramo final fueron del Levante las mejores ocasiones, en tanto los cambios ofensivos de Mourinho no se tradujeron en situaciones de peligro para el uruguayo Munúa, que apenas tuvo que emplearse en el segundo tiempo.
Sin embargo, a la media hora de juego, el Levante le perdió el exceso de respeto al Real Madrid, logró liberarse de la fuerte presión inicial de los visitantes y buscó más el campo contrario.
A pesar de su superioridad, el Madrid vio como se le complicaba el partido a cinco minutos de llegar al descanso, en una jugada que se convirtió en clave. Fue una tangana entre ambos equipos que se saldó con un rosario de tarjetas, entre las que destacó la segunda amarilla para Khedira, por empujar a Ballesteros mientras éste le recriminaba a Di María que permaneciese tumbado sobre el campo, lo que dejó al Madrid con diez y con toda la segunda parte por disputarse.
Tras el giro que dio el partido con la expulsión de Khedira, Mourinho recurrió a Cristiano desde el inicio de la segunda parte y retiró del campo a Benzema y poco tiempo después quitó a un ineficaz Kaká para darle más consistencia a su ataque con la inclusión de Higuaín.
Sin embargo, el Levante aprovechó su superioridad numérica para sacudirse el dominio del Real Madrid de la primera parte. Además, el centro del campo madridista, liderado por Xabi Alonso, no lograba ponerle orden a un partido que se le empezaba a poner cuesta arriba al Real Madrid.
Llega el 1-0
Así, a los 67 minutos, en una de las llegadas levantinistas, Koné batía a Casillas desde dentro del área después de una buena jugada por la banda de Javi Venta.
Con el gol, el equipo de Juan Ignacio Martínez mantuvo el orden en defensa a la espera de lanzar algún certero contragolpe ante un rival sin respuesta ni ideas para superar el entramado táctico local.
En el tramo final fueron del Levante las mejores ocasiones, en tanto los cambios ofensivos de Mourinho no se tradujeron en situaciones de peligro para el uruguayo Munúa, que apenas tuvo que emplearse en el segundo tiempo.
