El duelo de los pistoleros más efectivos del fútbol español dejó la Supercopa en Barcelona tras un tiroteo lleno de alternativas, velocidad y epílogo del crack

Messi fulmina al Madrid con un gol en el 88

El Barcelona celebra el título de Supercopa tras superar al Real Madrid en el encuentro de vuelta.
Carguen, apunten, fuego. Los dos mejores pistoleros del fútbol español saltaron al césped del Camp Nou con la intención de batirse en un duelo a la velocidad del sonido y con el cargador de su revólver a rebosar de balas.
El general Mourinho decidió que la mejor forma de conquistar la Supercopa era enviar a sus pupilos a la tierra blaugrana. Eso significa presionar la salida del balón desde el área contraria y buscar la anticipación en todo balón interior que trataba de sacar el Barcelona. El planteamiento tiene la ventaja de que tratas de asfixiar al rival, pero el riesgo, extramadamente alto y que puede resultar mortal como ayer, de dejar metros y metros de césped detrás de la defensa para que los aproveche el Barcelona.

Los locales, acostumbrados a realizar el mismo juego independientemente del desafiante del duelo, aplicaron su receta habitual de combinación en corto y movilidad en el ataque para superar a los blancos.

Con este argumento, los disparos llegaron desde el primer minuto del partido y en el 12 llegó la primera bala que dio en el blanco cuando Messi se hizo con el esférico en las inmediaciones del centro del campo y metió una pase tan elegante como profundo a Iniesta, que se plantó ante Casillas aprovechando el despiste de Ramos, que rompió el fuera de juego. Apuntó el de Fuentealbilla para ver a Casillas y levantar el balón con una clase sublime, propia de un pistolero de traje corbata.

Como un buen combatiente, el Real Madrid respondió al disparo con una auténtica carga de artillería. Kedhira abandonó por un momento la labor de táctico para penetrar en la defensa local, diblar a Valdés y llegar a línea de fondo. Disparó Benzemá, no llegó al oponento, pero el tiro tenía doble trayectoria porque el saque de esquina terminó en la red tras devolver Di María el balón al área y tocar Cristiano en el límite de la línea que marca la legalidad.

El revólver blanco tenía todavía más balas y fueron disparadas con mala intención. Valdés consiguió desviar una enviada por Ronaldo al larguero y después sacó otra de Özil.

Se vislumbraba la obligatoria tregua temporal cuando el Barcelona sacó un disparo casi mortal. Messi controló mal un centro, pero la jugada no admitía más fallos. El balón cayó a Piqué que cedió de tacón al argentino y el atacante puso la bala por encima de la salida de Casillas.

El segundo acto dejó tres ocasiones claras. La primera de Messi, que sacó Casillas y dos para el Real Madrid. Un saque de esquina que envió Benzemá al tercer anfiteatro y un remate de Ramos que rozó el palo.

Todavía quedaba disparos certeros. Benzemá sacó su revólver en un saque de esquina. El primer disparo al cuerpo de Valdés, el segundo, blanco y a la prórroga.

Pero estaba el principal francotirador, el que saca la pistola más rápido y extermina a los rivales como enciende el televisor. Messi abrió a la banda a Adriano, corrió la calle central y metió el pie para enviar al atáud al valeroso Madrid. El entierro desencadenado por Marcelo, sobró.

Barcelona:
Valdés; Alves, Piqué, Mascherano, Abidal, Sergio Busquets (Keita, min.85), Xavi, Iniesta, Pedro (Cesc, min.82), Villa (Adriano, min.73) y Messi.

Real Madrid:
Casillas; Ramos, Pepe, Carvalho, Coentrao, Xabi Alonso, Khedira (Marcelo, min.45), Di Maria (Higuaín, min.63), Özil (Kaka, min.78), Cristiano Ronaldo y Benzema.

Goles:
1-0: Iniesta, min.15; 1-1: Cristiano Ronaldo, min.20; 2-1: Messi, min.45; 2-2: Benzema, min.81; 3-2: Messi, min.88.

Árbitro:
Fernández Borbalán. Mostró tarjeta amarilla a Khedira (min.28), Xavi (min.42), Mascherano (min.54), Cristiano Ronaldo (min.54), Pepe (min.62), Sergio Ramos (min.76), Coentrao (min.85) y roja directa a Marcelo (min.90+4), Ozil (90+5) y Villa (min.90+5).

Incidencias:
Camp Nou. 92.965 espectadores.

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