Moaña, conmocionada por la muerte de Dani Rivas

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photo_camera La alcaldesa de Moaña, Leticia Santos (c), junto al resto de la corporación local durante minuto de silencio que se ha guardado hoy ante el Ayuntamiento por la muerte del piloto Dani Rivas. (EFE)

"Dani me mandó un mensaje de que me quería mucho. Lo guardaré y lo enmarcaré seguramente". Quien así habla es José Luis Rivas, "Willy", el padre del piloto

Dani me mandó un mensaje de que me quería mucho. Lo guardaré y lo enmarcaré seguramente". Quien así habla es José Luis Rivas, "Willy", el padre del piloto de Moaña (Pontevedra) que falleció esta madrugada en el circuito de Laguna Seca iniciada la prueba del campeonato AMA de Superbikes.

Incapaz de controlar los sollozos, en su vivienda de Ameixoada, en este municipio gallego, Willy ha tenido el suficiente resuello para, en esta luctuosa jornada, contar a Efe que su hijo, el último representante gallego en los circuitos internacionales de velocidad, era "un tipo que valía la pena"... y no únicamente en este deporte.

"Aparte de lo piloto y profesional que era Dani", y más allá de las metas que estaba alcanzando, "prácticamente por sus propios medios"; este hombre, 'Willy', que contagió a su vástago la pasión por las motos, recuerda hoy "a la persona, porque yo siendo padre de Dani, he descubierto que era un tipo que valía la pena".

"Como amigo, sobre todo como amigo", subraya, y apostilla que "quizás fue el mejor amigo que tuve en mi vida... siendo mi hijo" así que "espero que él allá donde esté tenga la misma opinión de mí, y espero que sí porque muchas veces me lo demostró", confiesa José Luis, una persona de naturaleza amable y expansiva.

Entre lágrimas, ha agradecido este lunes a la prensa en general las palabras dedicadas a Dani y ha revelado que le han llegado mensajes procedentes de multitud de lugares del mundo.

"Se agradece... Son momentos muy duros para la familia. La cosa me está desbordando. A mí... y a su madre, ¿qué voy a contar, que no se imagine ya?", suscribe.

Dani Rivas empezó a tomarse en serio el motociclismo a partir del 2004, cuando finalizó en décima posición en la categoría Supersport de la Copa Movistar.

Antes se había proclamado subcampeón de España de mountain-bike en descenso con 14 años.

Animado por su padre, dio el salto al motociclismo para quedarse. Pronto empezaron a llegar los éxitos. Así, en el 2008 se proclamó subcampeón de Europa de velocidad Supersport Júnior.

Daniel Rivas pasará a la historia por el ser primer piloto que se subió a una Moto2. La escudería Blusens BQR fabricó la primera de la categoría y él fue el encargado de ponerla en pista en el CEV (2009) antes de que tuviera campeonato propio en el Mundial de Velocidad.

Su carrera deportiva no puede entenderse sin la persona de su padre, José Luis, un ex corredor de motocross que se esforzó por cumplir el sueño de ver a su pequeño Dani entre los mejores pilotos del mundo.

En 2012 Dani anunció su retirada del motociclismo, desanimado por la falta de apoyos económicos.

Parecía que se derrumbaba su sueño, pero también el de su padre, que tanto había invertido en la formación de Dani costeándole muchos de los viajes. Pero una empresa local salió entonces a su rescate.

A partir de ahí de Moto 2 dio el salto a Superbikes y esta temporada debía participar en el Campeonato Británico de esa modalidad; no obstante, problemas en su equipo le impidieron debutar.

BMW lo repescó para disputar el Nacional, llegando a ser segundo en la prueba de Aragón.

Poco después, recibió una oferta del equipo Team Allende BMW Racing para que desarrollara su moto en el campeonato AMA de Superbikes de Estados Unidos.

No lo dudó. Su estreno se iba a producir en el circuito de Laguna Seca, donde tantas veces había soñado correr, y donde anoche se dejó desgraciadamente su vida.

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