El Mundial combina partidos nivel del mar con altura y calor día con frío noches

Estadios del Mundial de Sudáfrica 2010
El Mundial que empieza el viernes combinará partidos a nivel del mar con los que se jugarán a una cierta altura como los 1.700 metros de Johannesburgo, todos ellos en el invierno del hemisferio sur, donde los veinte grados del centro del día darán paso a registros nocturnos próximos a los cero grados.
En Ciudad del Cabo, situada más al sur pero junto al Océano Atlántico, las temperaturas oscilarán entre los diecisiete grados del día y los seis o siete de las noches en los meses de junio y julio, dos de los más fríos del año en este lugar del Mundo.

Este, además, será el primer torneo que se dispute en invierno desde el que se celebró en Argentina en 1978, hace ya 32 años.

Estas condiciones climatológicas desmontan la creencia extendida entre los ciudadanos europeos que asocia a todo el continente africano con el calor, ya que el invierno en su extremo sur, en Sudáfrica, es muy similar al de los países del sur de Europa.

Un total de diez estadios, en nueve ciudades, dos de ellos en el área de Johannesburgo-Soweto, ofrecen un abanico de diferencias climatológicas que algunas selecciones acusarán en gran medida al disputar en lugares con condiciones climatológicas muy diferentes sus partidos de la fase de grupos.

España, por ejemplo, será una de ellas. Debutará el 16 de junio a nivel del mar en Durban, una ciudad de la costa del Océano Índico. Lo hará ante Suiza, y cinco días después jugarán a 1.700 metros, en Johannesburgo, contra Honduras, a una altura algo superior a los 1.200 metros que encontrará en Pretoria para medirse con Chile.

Mientras en Durban jugará presumiblemente con una temperatura próxima a los veinte grados y a las cuatro de la tarde, en Johannesburgo y Pretoria lo hará por debajo de los cinco grados a las 20.30 de la noche.

Un camino similar recorrerán las selecciones de Uruguay y Paraguay, al tiempo que Brasil lo completará en sentido contrario: tras disputar dos encuentros en altura, bajará al nivel del mar para cerrar la fase de grupos en Durban.

Chile, por su parte, jugará en altura, bajará a la costa, y volverá subir, mientras que Argentina, México y Honduras no se acercarán al mar en la primera fase del torneo.

Las sedes costeras de Ciudad del Cabo, Puerto Elisabeth y Durban ofrecen, a pesar de estar más al sur que las restantes, algunos rasgos climáticos más benignos que los del interior del país, ya que en lugares como Bloemfontein, en el Estado Libre, algún partido nocturno se podría jugar por debajo de los cero grados. Es el caso del Honduras-Suiza, del grupo de España.

Ciudades como Polowkane serán sede del Francia-México y del Grecia-Argentina, que se disputarán con temperaturas próximas a los cuatro grados y a 1.310 metros de altura, en esta ciudad próxima al Trópico de Capricornio.

Por el contrario, al nivel del mar, los partidos diurnos, se jugarán, a priori, en unas condiciones agradables, tal y como ocurrirá en el Brasil-Portugal en Durban el 25 de junio.

Hay que tener en cuenta que tan sólo ocho de las 32 selecciones mundialistas provienen de países situados en el hemisferio sur, donde los meses de junio y julio son invernales.

Se trata del país anfitrión, Sudáfrica, además de Australia y Nueva Zelanda, y los cinco combinados de Sudamérica: Argentina, Chile, Paraguay, Uruguay y Brasil, aunque en este último país, tan sólo los estados del sur viven un invierno relativamente crudo.

El resto de los equipos jugarán en invierno mientras sus seguidores siguen la competición desde el verano, por lo que mientras los jugadores usarán camisetas de manga larga y guantes, algunos de sus seguidores verán los partidos desde la playa o el campo, en traje de baño y, por supuesto, en manga corta.

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