Ourense se volcó con el partido entre España y Rusia, primero en los bares y con el resultado en la mano por las calles céntricas de la ciudad.
Los ourensanos vivieron con intensidad el encuentro de semifinales entre España y Rusia, primero en los bares de todos los barrios de la ciudad, pero muy especialmente en el centro comercial Ponte vella, donde la juventud ocupó plaza para no perderse detalle de las evoluciones de los cachorros de Luis Aragonés y su victoria, más holgada de lo previsto, sobre la en principio sorprendente Rusia -hacía escasos días que había dejado en la cuenta a la nueva naranja mecánica-.
Después de la victoria, los claxons empezaron a recorrer las calles del centro de la ciudad y las banderas desplegarse al ritmo de los cánticos de España, Espa ña, El día 26, Rusia dijo adiós; el día 29, España campeón.
La fuente de Concepción Arenal, tradicional espacio donde se celebran las victorias de alto rango en la ciudad, vio como en torno a ella se iban reuniendo decenas de aficionados envueltos en la roja y gualda y, curiosamente, alguna bandera del Madrid.
El domingo, más La fiesta se prolongó hasta altas horas de la noche a la espera de la próxima cita, la gran final del domingo frente a un rival de la entidad de Alemania, todo un campeón bregado en más de una cita de semejantes características. Nada menos que cinco finales ha disputado el cuadro germano y ha ganado tres, mientras que España vuelve a disfrutar de una después de 24 años, pero esta vez sí, está lanzada.
Después de la victoria, los claxons empezaron a recorrer las calles del centro de la ciudad y las banderas desplegarse al ritmo de los cánticos de España, Espa ña, El día 26, Rusia dijo adiós; el día 29, España campeón.
La fuente de Concepción Arenal, tradicional espacio donde se celebran las victorias de alto rango en la ciudad, vio como en torno a ella se iban reuniendo decenas de aficionados envueltos en la roja y gualda y, curiosamente, alguna bandera del Madrid.
El domingo, más La fiesta se prolongó hasta altas horas de la noche a la espera de la próxima cita, la gran final del domingo frente a un rival de la entidad de Alemania, todo un campeón bregado en más de una cita de semejantes características. Nada menos que cinco finales ha disputado el cuadro germano y ha ganado tres, mientras que España vuelve a disfrutar de una después de 24 años, pero esta vez sí, está lanzada.
