Fue un 4-0 doloroso. Uno de esos días en los que a los campeones del mundo les faltó el gen competitivo que siempre exhiben en las grandes competiciones. Se dejaron llevar por el carácter amistoso del partido y les cayó en Lisboa la mayor goleada de la 'era Del Bosque'.
Antes de la semifinal que vuelve a cruzar los caminos de España y Portugal, las dos selecciones tienen espinas clavadas y lecciones aprendidas. Si los portugueses no olvidan su eliminación hace dos años en octavos de final del Mundial de Sudáfrica, los españoles aprendieron de la goleada del último precedente.
Antes de la semifinal que vuelve a cruzar los caminos de España y Portugal, las dos selecciones tienen espinas clavadas y lecciones aprendidas. Si los portugueses no olvidan su eliminación hace dos años en octavos de final del Mundial de Sudáfrica, los españoles aprendieron de la goleada del último precedente.
Fue un 4-0 doloroso. Uno de esos días en los que a los campeones del mundo les faltó el gen competitivo que siempre exhiben en las grandes competiciones. Se dejaron llevar por el carácter amistoso del partido y les cayó en Lisboa la mayor goleada de la 'era Del Bosque'.
Antes de la semifinal que vuelve a cruzar los caminos de España y Portugal, las dos selecciones tienen espinas clavadas y lecciones aprendidas. Si los portugueses no olvidan su eliminación hace dos años en octavos de final del Mundial de Sudáfrica, los españoles aprendieron de la goleada del último precedente.
España comenzaba a exhibir la estrella de campeón del mundo y comprobó en dos enfrentamientos ante rivales de grandeza, Portugal y Argentina, que nunca podía bajar el listón de la competitividad en ningún partido. Aunque no fuese oficial.
Con Portugal cayó por 4-0, la mayor goleada encajada por Vicente Del Bosque como seleccionador. Un 17 de noviembre de 2010. Dos meses antes, en circunstancias diferentes porque los jugadores españoles arrancaban en ese momento la temporada, fue Argentina la que le endosó un 4-1 en Buenos Aires.
Muchos repetirán
Era un partido en Lisboa por la candidatura ibérica para el Mundial de 2018 que posteriormente no fue elegida. Del equipo inicial de España jugaron ocho futbolistas que se perfilan titulares el miércoles en Donetsk. Fueron Iker Casillas, Sergio Ramos, Piqué, Busquets, Xabi Alonso, Xavi Hernández, Iniesta y Silva. El equipo lo completaron los dos grandes ausentes por lesión de esta Eurocopa, Puyol y Villa, más Capdevila. No había ninguna prueba rara. Era el equipo tipo que lo conquistó todo.
Portugal vengaba su eliminación mundialística y Paulo Bento levantaba el ánimo de sus aficionados. Llevaba dos meses en el cargo. Anuló el fútbol español con un trivote formado por Martins, Moutinho y Meireles y al contrataque fue letal con dos puñales como Nani y Cristiano Ronaldo.
Con la referencia portuguesa sobre el césped, Cristiano, el partido se marchó al descanso sólo con 1-0 en el marcador para Portugal gracias a una jugada suya que culminó con un disparo que rechazó Casillas y empujó a la red Carlos Martins. Antes hubo un gol anulado a Nani y Piqué sacó bajo palos otra oportunidad.
Ya sin Cristiano en el campo, Portugal se paseó. De tacón marcó Hélder Postiga, que repitió haciendo el tercero y la fiesta goleadora la cerró Hugo Almeida en la noche más negra de la selección española en los últimos años.
Mientras, el jugador extremeño de la NBA José Manuel Calderón adelantó un 3-1 el miércoles para los españoles. 'Dicen que no están siendo brillantes, pero yo lo quiero comparar a lo que nos pasa a nosotros. Igual estamos mal acostumbrados, igual queremos que gane 4-0 todos los días', subrayó.
El extremeño añadió que España está entre los cuatro mejores del campeonato, 'algo que tien muchísimo valor. Se ve que hay un equipo y una piña. Se ve que transmiten unos valores importantes', finalizó el base de los Raptors de Toronto.
Antes de la semifinal que vuelve a cruzar los caminos de España y Portugal, las dos selecciones tienen espinas clavadas y lecciones aprendidas. Si los portugueses no olvidan su eliminación hace dos años en octavos de final del Mundial de Sudáfrica, los españoles aprendieron de la goleada del último precedente.
España comenzaba a exhibir la estrella de campeón del mundo y comprobó en dos enfrentamientos ante rivales de grandeza, Portugal y Argentina, que nunca podía bajar el listón de la competitividad en ningún partido. Aunque no fuese oficial.
Con Portugal cayó por 4-0, la mayor goleada encajada por Vicente Del Bosque como seleccionador. Un 17 de noviembre de 2010. Dos meses antes, en circunstancias diferentes porque los jugadores españoles arrancaban en ese momento la temporada, fue Argentina la que le endosó un 4-1 en Buenos Aires.
Muchos repetirán
Era un partido en Lisboa por la candidatura ibérica para el Mundial de 2018 que posteriormente no fue elegida. Del equipo inicial de España jugaron ocho futbolistas que se perfilan titulares el miércoles en Donetsk. Fueron Iker Casillas, Sergio Ramos, Piqué, Busquets, Xabi Alonso, Xavi Hernández, Iniesta y Silva. El equipo lo completaron los dos grandes ausentes por lesión de esta Eurocopa, Puyol y Villa, más Capdevila. No había ninguna prueba rara. Era el equipo tipo que lo conquistó todo.
Portugal vengaba su eliminación mundialística y Paulo Bento levantaba el ánimo de sus aficionados. Llevaba dos meses en el cargo. Anuló el fútbol español con un trivote formado por Martins, Moutinho y Meireles y al contrataque fue letal con dos puñales como Nani y Cristiano Ronaldo.
Con la referencia portuguesa sobre el césped, Cristiano, el partido se marchó al descanso sólo con 1-0 en el marcador para Portugal gracias a una jugada suya que culminó con un disparo que rechazó Casillas y empujó a la red Carlos Martins. Antes hubo un gol anulado a Nani y Piqué sacó bajo palos otra oportunidad.
Ya sin Cristiano en el campo, Portugal se paseó. De tacón marcó Hélder Postiga, que repitió haciendo el tercero y la fiesta goleadora la cerró Hugo Almeida en la noche más negra de la selección española en los últimos años.
Mientras, el jugador extremeño de la NBA José Manuel Calderón adelantó un 3-1 el miércoles para los españoles. 'Dicen que no están siendo brillantes, pero yo lo quiero comparar a lo que nos pasa a nosotros. Igual estamos mal acostumbrados, igual queremos que gane 4-0 todos los días', subrayó.
El extremeño añadió que España está entre los cuatro mejores del campeonato, 'algo que tien muchísimo valor. Se ve que hay un equipo y una piña. Se ve que transmiten unos valores importantes', finalizó el base de los Raptors de Toronto.
