Rusia, más músculo y menos talento que la selección de Hiddink

Rusia llega a la Eurocopa en medio de un cambio generacional y con un estilo radicalmente diferente al equipo que sorprendió en 2008 al alcanzar las semifinales, donde cayó ante la futura campeona, España (0-3).
'Todo el mundo habla de Holanda, España y Alemania. Pero creo que nosotros somos un interesante 'outsider'. Si jugamos como sabemos, podemos estar ahí también', afirmó el holandés Dick Advocaat, seleccionador ruso desde 2010.

Hace dos años a Advocaat, que condujo a Holanda a los cuartos de final del Mundial de 1994 y a las semifinales de la Eurocopa en 2004, sustituyó a su compatriota, Guus Hiddink, quien fue destituido tras ser incapaz de clasificar al equipo para el Mundial de Sudáfrica.

En un principio, todo el mundo pensó que se trataba de un simple cambio de cromos entre holandeses, pero Advocaat introdujo unos códigos de conducta muchos más estrictos, por algo le llaman el 'pequeño Napoleón'.

Desde entonces Rusia, que se clasificó para la Eurocopa sin mayores problemas como primera de su grupo, ha practicado un juego no muy vistoso, pero muy estable, especialmente fuera de casa.

Rusia, que superó en su grupo a Irlanda, Armenia o Eslovaquia, ganó siete partidos, empató dos y perdió sólo uno, marcó 17 goles y recibió tan sólo cuatro.

Los rusos no juegan al contraataque como en tiempos de Hiddink, sino que intenta dominar el juego desde el primer minuto gracias al gran despliegue físico de sus centrocampistas, tres de ellos del Zenit, campeón de liga por segunda temporada consecutiva.

El pulmón del equipo es Ígor Denísov, un futbolista con una energía inagotable, que recupera infinidad de balones cada partido y que no está exento de técnica.

El tridente del Zenit incluye también al veterano Ziryánov, un jugar de gran técnica que ha perdido fuelle en los últimos tiempos, y Shirókov, un falso delantero que marca muchos goles viniendo desde atrás.

Ante la baja forma del favorito de Hiddink, Alán Dzagóev, el cuarto centrocampista será previsiblemente el tártaro Marat Izmáilov, jugador del Sporting de Lisboa que había estado ausente de las convocatorias desde 2006.

Durante las últimas temporadas la portería rusa ha estado muy bien defendida por Ígor Akinféev (CSKA), pero una grave lesión en la rodilla que le tuvo seis meses en el dique seco, ha hecho dudar a Advocaat.

El holandés, antiguo técnico del Zenit, con el que conquistó la liga (2007) y la UEFA (2008), podría ceder la titularidad al guardameta de su antiguo equipo, Slava Malaféev, el mejor jugador en su puesto en la liga rusa.

La defensa también quita el sueño al seleccionador, debido a la lesión del central Vasili Berezutsky, habitual pareja de Serguéi Ignashévich, el líbero del equipo desde hace más de un lustro.

A esto se suma que Ignashévich acaba de regresar de una lesión y que el lateral izquierdo, Yuri Zhirkov, ha tenido un rendimiento irregular durante la temporada con su nuevo equipo, el Aznhí.

Por ello, lo más probable es que Advocaat opte por colocar junto a Ignashévich al veterano central del Rubín, Román Sharónov, de 36 años, un magnífico marcador, mientras que podría reemplazar a Zhirkov por Kombárov (Spartak) en la izquierda.

Hace cuatro años el gol en Rusia tenía un nombre, Román Pavlyuchenko, quien fue una de las revelaciones de la Eurocopa, pero ahora sus posibilidades de ser titular son muy escasas.

Ahora, el puesto de delantero centro se lo disputarán el exsevillista Alexandr Kerzhakov (Zenit), quien con 22 goles fue declarado mejor jugador de la liga rusa, y el gigantón Pável Pogrebnyak, que brilló durante los últimos meses con el Fulham.

Probablemente, Advocaat opte por el primero, ya que se compenetra muy bien con sus compañeros del Zenit, aunque al seleccionador le guste más Pobrebnyak, quien es capaz de marcar desde dentro del área y también desde lejos, ya que tiene un potente disparo.

La estrella de Rusia sigue siendo Andréi Arshavin, quien fue una de las figuras de la Eurocopa de Austria y Suiza, lo que le valió su traspaso al Arsenal, donde sólo rindió a alto nivel durante los primeros tiempos.

Ahora, tras la cesión durante varios meses a su equipo natal, el Zenit, el hijo pródigo del fútbol ruso intenta recuperar el tiempo perdido y demostrar que sigue siendo un jugador decisivo, tanto con su endiablado regate como con sus precisos pases de gol.

No lo tendrá fácil Rusia, ya que está integrada en un grupo que incluye a la siempre imprevisible República Checa, con la que debutará el 8 de junio, la hercúlea Grecia y uno de los países anfitriones, Polonia.

Alineación Tipo:


- Rusia: Malaféev; Anyukov, Ignashévich, Sharónov, Kombárov; Izmáilov, Denísov, Shirókov, Ziryánov; Arshavin y Kerzhakov.

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