Los decepcionantes números en la Liga, sólo 19 de 48, y la eliminación en la Copa del Rey anticiparon el final de la segunda etapa de Manzano en el banquillo del Atlético de Madrid, otra aventura fallida como rojiblanco después de su paso en el curso 2003-04 y agotada desde hace diez días.
Desde la derrota contra el Espanyol por 4-2, una demostración más de la debilidad como visitante este curso del conjunto madrileño, uno de 21 puntos a domicilio, Manzano quedó contra las cuerdas. Le confirmaron para los siguientes tres partidos, hasta el miércoles contra el Albacete, pero ya estaba sentenciado.
Manzano se despide del Atlético después de 28 partidos oficiales, con 13 victorias, cinco empates, diez derrotas, 45 goles a favor y 35 en contra; en la décima posición en la Liga, a diez puntos del cuarto puesto, eliminado de la Copa del Rey por el Albacete, de Segunda B, y con el billete para dieciseisavos de final de la Liga Europa.
Manzano fue despedido oficialmente del Atlético, al que llegó el pasado verano con ganas de revancha, sin ser el primer candidato para el banquillo y como una elección cuestionada por un sector de los aficionados, que rodearon de ruido su designación como entrenador para un proyecto con un gran objetivo, la Liga de Campeones.
'Confíen en mí, no les voy a defraudar', proclamó el entrenador el 10 de junio en su presentación en la sala Vip del estadio Calderón. No contaba con el apoyo unánime, ni siquiera mayoritario, de la grada y asumía un reto difícil en una nueva era en el club, ya sin Agüero, Forlán ni De Gea.
Cumplió el Atlético en la previa de la Liga Europa, con triunfos incontestables frente al Stromsgodset y el Vitoria Guimaraes, el club elevó el nivel de la plantilla con el brasileño Diego Ribas, el turco Arda Turan y el colombiano Falcao y el equipo arrancó el campeonato con sensaciones muy prometedoras, sobre todo sendos 4-0 sobre Sporting y Racing.
Hasta ahí llegó el buen momento del Atlético. Una goleada en contra en el Camp Nou con el Barcelona (5-0), las continuas rotaciones y la alternancia entre partidos más o menos convincentes en casa con otros menores como visitante, dejaron al equipo inmerso en una crisis permanente, sin síntomas de reacción y con gritos de la grada contra Manzano, ya habituales en los últimos encuentros.
Y de fondo, en la última decena de partidos estalló el 'caso Reyes', surgido después que el andaluz insultara al entrenador cuando fue cambiado en Bilbao el 26 de octubre. Desde entonces, el futbolista sólo ha disputado un partido como titular y su futuro apunta al Sevilla.
La derrota del pasado domingo contra el Betis ya fue la sentencia definitiva para Manzano en su segundo paso por el Atlético. En el primero, en 2003-04, terminó la temporada en la séptima posición, fuera de la meta marcada.
Manzano se despide del Atlético después de 28 partidos oficiales, con 13 victorias, cinco empates, diez derrotas, 45 goles a favor y 35 en contra; en la décima posición en la Liga, a diez puntos del cuarto puesto, eliminado de la Copa del Rey por el Albacete, de Segunda B, y con el billete para dieciseisavos de final de la Liga Europa.
Manzano fue despedido oficialmente del Atlético, al que llegó el pasado verano con ganas de revancha, sin ser el primer candidato para el banquillo y como una elección cuestionada por un sector de los aficionados, que rodearon de ruido su designación como entrenador para un proyecto con un gran objetivo, la Liga de Campeones.
'Confíen en mí, no les voy a defraudar', proclamó el entrenador el 10 de junio en su presentación en la sala Vip del estadio Calderón. No contaba con el apoyo unánime, ni siquiera mayoritario, de la grada y asumía un reto difícil en una nueva era en el club, ya sin Agüero, Forlán ni De Gea.
Cumplió el Atlético en la previa de la Liga Europa, con triunfos incontestables frente al Stromsgodset y el Vitoria Guimaraes, el club elevó el nivel de la plantilla con el brasileño Diego Ribas, el turco Arda Turan y el colombiano Falcao y el equipo arrancó el campeonato con sensaciones muy prometedoras, sobre todo sendos 4-0 sobre Sporting y Racing.
Hasta ahí llegó el buen momento del Atlético. Una goleada en contra en el Camp Nou con el Barcelona (5-0), las continuas rotaciones y la alternancia entre partidos más o menos convincentes en casa con otros menores como visitante, dejaron al equipo inmerso en una crisis permanente, sin síntomas de reacción y con gritos de la grada contra Manzano, ya habituales en los últimos encuentros.
Y de fondo, en la última decena de partidos estalló el 'caso Reyes', surgido después que el andaluz insultara al entrenador cuando fue cambiado en Bilbao el 26 de octubre. Desde entonces, el futbolista sólo ha disputado un partido como titular y su futuro apunta al Sevilla.
La derrota del pasado domingo contra el Betis ya fue la sentencia definitiva para Manzano en su segundo paso por el Atlético. En el primero, en 2003-04, terminó la temporada en la séptima posición, fuera de la meta marcada.
