'Vieja gloria' del fútbol europeo, considerado uno de los mejores delanteros continentales de la pasada década, el ucraniano Andréi Shevchenko se prepara estos días para afrontar el último gran reto de su carrera: hacer que su Ucrania llegue a lo más alto en la Eurocopa que jugará en casa.
Cuando el balón eche a rodar el próximo 8 de junio, los aficionados ucranianos contendrán el aliento ante su oportunidad y esperanza para hacer algo grande en la primera vez que acogen una gran competición.
Todos los ojos, y no sólo en Ucrania, estarán puestos sobre que el que fue y sigue siendo el más grande de los futbolistas que ha dado esta tierra desde la independencia (1991): Balón de Oro en 2004, ganador de la Liga de Campeones con el Milán y campeón del 'calcio' también con la escuadra lombarda.
'Ha llegado el momento de pensar en cómo llegar en una forma óptima a la competición. Ucrania debe recordar la manera de conectar, trabajar en nuevos esquemas y de esa manera preparar la Eurocopa 2012', dijo recientemente el ídolo del fútbol ucraniano a la revista Profutbol.
Shevchenko habló en nombre de sus compañeros y aseguró que 'todavía no están nerviosos', algo que según el delantero sí sentirán cuando 'llegue el momento de preparar los primeros partidos en Ucrania'.
Estrella casi olvidada en la vieja Europa, pasa los últimos días de profesional en su equipo de toda la vida, el Dínamo de Kiev con el que deslumbró a finales de los noventa y en el que se crió a las órdenes del legendario técnico ucraniano y seleccionador soviético Valeri Lobanovsky, que fue como un padre para el jugador.
En esa época formó con el menudo Rebrov una histórica dupla en las filas Dinamo Kiev, que superó entonces al Barcelona y al Real Madrid, y alcanzó las semifinales de la Liga de Campeones en 1999, donde fue eliminado por el Báyern Múnich.
Aunque a finales de 2010 llegó a decir que colgaría las botas después de esta Eurocopa, hoy sólo asegura que su último partido lo jugará con el Dínamo.
'Terminaré mi carrera profesional en Kiev', señaló hace unos días Shevchenko.
Y mientras el final de su carrera como futbolista parece haber quedado claro, su futuro posterior sigue siendo una duda que da que hablar: el diario británico 'Daily Mail' le colocaba en la órbita del Chelsea como parte del cuerpo técnico del equipo cuyos colores defendió durante dos años.
Antes de recalar en Londres, el delantero jugó siete temporadas consecutivas en el Milán italiano, club en el que se convirtió en una estrella y anotó 127 goles.
En 2006, fue vendido al club londinense por 30,8 millones de libras (46 millones de euros), y tras dos temporadas marcadas por lesiones, fue cedido en 2009 al Milán.
Al regresar a Londres, Shevchenko se encontró con que no entraba en los planes del técnico del Chelsea, el italiano Carlo Ancelotti, por lo que decidió regresar a Kiev.
Con la selección, en la que debutó con 17 años en un amistoso ante Turquía y alcanzó los cuartos de final en el Mundial de Alemania (2006), Shevchenko marcó 45 goles en un centenar de partidos.
Todos los ojos, y no sólo en Ucrania, estarán puestos sobre que el que fue y sigue siendo el más grande de los futbolistas que ha dado esta tierra desde la independencia (1991): Balón de Oro en 2004, ganador de la Liga de Campeones con el Milán y campeón del 'calcio' también con la escuadra lombarda.
'Ha llegado el momento de pensar en cómo llegar en una forma óptima a la competición. Ucrania debe recordar la manera de conectar, trabajar en nuevos esquemas y de esa manera preparar la Eurocopa 2012', dijo recientemente el ídolo del fútbol ucraniano a la revista Profutbol.
Shevchenko habló en nombre de sus compañeros y aseguró que 'todavía no están nerviosos', algo que según el delantero sí sentirán cuando 'llegue el momento de preparar los primeros partidos en Ucrania'.
Estrella casi olvidada en la vieja Europa, pasa los últimos días de profesional en su equipo de toda la vida, el Dínamo de Kiev con el que deslumbró a finales de los noventa y en el que se crió a las órdenes del legendario técnico ucraniano y seleccionador soviético Valeri Lobanovsky, que fue como un padre para el jugador.
En esa época formó con el menudo Rebrov una histórica dupla en las filas Dinamo Kiev, que superó entonces al Barcelona y al Real Madrid, y alcanzó las semifinales de la Liga de Campeones en 1999, donde fue eliminado por el Báyern Múnich.
Aunque a finales de 2010 llegó a decir que colgaría las botas después de esta Eurocopa, hoy sólo asegura que su último partido lo jugará con el Dínamo.
'Terminaré mi carrera profesional en Kiev', señaló hace unos días Shevchenko.
Y mientras el final de su carrera como futbolista parece haber quedado claro, su futuro posterior sigue siendo una duda que da que hablar: el diario británico 'Daily Mail' le colocaba en la órbita del Chelsea como parte del cuerpo técnico del equipo cuyos colores defendió durante dos años.
Antes de recalar en Londres, el delantero jugó siete temporadas consecutivas en el Milán italiano, club en el que se convirtió en una estrella y anotó 127 goles.
En 2006, fue vendido al club londinense por 30,8 millones de libras (46 millones de euros), y tras dos temporadas marcadas por lesiones, fue cedido en 2009 al Milán.
Al regresar a Londres, Shevchenko se encontró con que no entraba en los planes del técnico del Chelsea, el italiano Carlo Ancelotti, por lo que decidió regresar a Kiev.
Con la selección, en la que debutó con 17 años en un amistoso ante Turquía y alcanzó los cuartos de final en el Mundial de Alemania (2006), Shevchenko marcó 45 goles en un centenar de partidos.
